Exposición Italo Calvino (1923-1985). Fantàstic

24/10/2022 - 14:41 h

Exposición. Dentro del marco del 42, Festival de Géneros Fantásticos de Barcelona, la Biblioteca Ignasi Iglésias - Can Fabra acoge la exposición dedicada a Italo Calvino. Del 2 de noviembre al 9 de enero.

Este año, dentro del marco del 42, el 2.º Festival de Géneros Fantásticos de Barcelona, Bibliotecas de Barcelona queremos rendir homenaje a Italo Calvino puesto que el próximo año se celebran los 100 años de su nacimiento.

La exposición, comisariada por Quim Noguero, se podrá visitar del 2 de noviembre al 9 de enero de 2023 en la Biblioteca Ignasi Iglésias – Can Fabra.

Inauguración:
Miércoles 2 de noviembre, a las 16.30 h, en la Biblioteca Ignasi Iglésias – Can Fabra
A cargo de Quim Noguero, comisario de la exposición. Con la participación de Antonio Serrano Cueto, especialista y escritor de la biografía: Italo Calvino. El escritor que quiso ser invisible, publicado por la Fundación Lara.

El estilo de Italo Calvino es rampante, partido e inexistente.
El autor italiano más invisible y de ademán humilde, pero de ambición literaria universal, el autor de Las ciudades invisibles y, mucho antes, icono del autor fantástico que se alejaba del neorrealismo de la posguerra con títulos ya clásicos como El barón rampante, El vizconde demediado o El caballero inexistente, el intelectual que es esencialmente un gran lector y juega a escribir como quien juega al ajedrez a la manera de sus amigos del Oulipo.

Es un autor “rampante” por su estilo Juguetón, vital y curioso, es un autor “partido” por como su vocación universal queda representada en el fragmento, en la minuciosidad seriada y reglamentada de los detalles, y es un autor “inexistente” por cómo abandona el yo romántico en favor de la objetividad de la prosa y el refugio fantástico que rehuye todo realismo empobrecedor. La realidad alimenta Calvino, no el realismo.

La realidad matérica, sobre todo, de una prosa de gran escrutador. Palomar se llama uno de sus personajes más emblemáticos. Nombre de observatorio. Y no fueron nunca nada más los personajes de Calvino: telescopios, ventanas objetivas abiertas sobre el mundo, con conciencia absoluta de estar detrás una lente.

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