El puente de acceso y la fachada

Estos dos elementos forman parte de las obras de mejora defensiva diseñadas por Cermeño en 1751. En la fachada principal proyectó un paño de muralla o cortina ataludada, de unos 70 metros, que unía los baluartes de Santa Amàlia y Sant Carles. Todo apunta a que, con anterioridad, había allí una serie de muros inconexos que cerraban el acceso al recinto.

En el centro de la cortina está la puerta principal, a la que se accede desde el puente que cruza el foso de Santa Eulàlia. Allí se diseñó un portal monumental, neoclásico, con dos columnas, arquitrabe, friso, cornisa y tímpano, sobre el que posteriormente se colocó el escudo real de Carlos III de Borbón, que hoy puede verse en su interior.

A la puerta principal se accede gracias a un puente conformado por dos tramos: uno exterior, estable y sostenido por cuatro arcos de medio punto, edificado con sillares de piedra de Montjuïc; y un tramo final, originariamente levadizo, gracias a una estructura metálica y de tablones de madera. El extremo exterior del puente está presidido por un portal flanqueado por dos columnas que sujetaban una puerta desaparecida a día de hoy. La parte interior del portal conserva, no obstante, elementos de los engranajes que antiguamente servían para elevar el puente.

Una vez cruzada la puerta hay un túnel cubierto con bóveda de sillares de piedra, a cuyos lados se despliegan dos puertas que permiten el acceso a dos grandes naves paralelas a la cortina de la fachada: una hacia el baluarte de Sant Carles y otra hacia el baluarte de Santa Amàlia.  En los muros y techos de ambas naves, se aprecian restos de tabiques antiguos que debían compartimentar los espacios. Volviendo al túnel de entrada, este se bifurca en dos tramos cubiertos con bóveda de ladrillo que permiten el acceso a la parte superior de la cortina, entre los baluartes de Sant Carles y de Santa Amàlia. Originariamente, la bóveda a la derecha de la puerta principal era utilizada por el cuerpo de guardia y la estancia correspondiente estaba destinada al oficial o suboficial de guardia, mientras que la de la izquierda contenía un almacén para pólvora y material de artillería, según testimonian diversos inventarios e informes. Algunas menciones documentales apuntan a que, también habrían servido como enfermería y prisión, en algún momento de su historia. Con motivo de la transformación del primer recinto en Museo Militar y de la apertura del espacio al público, ambas naves perdieron sus funciones y pasaron a ser dependencias anexas utilizadas por el Ayuntamiento.

Con la finalización de las labores de edificación de la cortina y los corredores de acceso a la parte superior, en 1769 se iniciaron las obras de construcción del cuadrado con el patio de armas.