La terraza y la torre de vigía

La cubierta del patio de armas es el punto más elevado del Castillo al que pueden acceder los visitantes. Se trata de una terraza que ofrece una visión inmejorable de la ciudad de Barcelona, de la montaña de Montjuïc y de la misma fortificación, en 360º.

En el piso superior del patio de armas, en la fachada delantera, se conserva una torre de vigía cuadrada, totalmente remodelada. Se trata de un lejano testimonio del faro o atalaya de vigilancia, el precedente más antiguo del Castillo actual.  En 1777 se instalaron dos relojes de sol en las dos fachadas de la torre. Iban acompañados de una inscripción: un rótulo en sus bases identifica el lugar desde el que, entre 1792 y 1793, el astrónomo francés Pierre Mêchain obtuvo las coordenadas geográficas de Barcelona y estableció el punto geodésico que serviría para medir el arco meridiano de Dunkerque. Las dimensiones de este arco, que une Barcelona, París y Dunkerque, se usaron en su momento como base del sistema métrico decimal.

Al tratarse de una colina en primera línea litoral y disponer, por tanto, de una ubicación privilegiada, se aprovechó para colocar un faro o torre de vigilancia en la montaña de Montjuïc. La mención más antigua que se conoce data de 1073, y en ella se explicaba que durante el día el vigía avisaba de la presencia de naves hostiles con señales de velas, y de noche con señales de fuego. Desde el punto de vista de la estructura, la torre de vigía se transformó a base de sucesivas obras de remodelación entre los siglos XIV y XVII.

No será hasta 1848 cuando volverá a desarrollar funciones de torre de comunicaciones, con la instalación de un sistema de telegrafía óptica militar, a través de palos verticales y traveseros, que aún se conservan, y que enviaban señales al resto de fuertes militares de la ciudad, como el de Drassanes, Ciutadella o Capitanía General.