Centre Cívic Vil·la Florida

Un Centro Cívico saludable
Una antigua masía rodeada de bosques y jardines empezó a cambiar de manos en el siglo xviii y, en el proceso, los distintos propietarios reformaron el inmueble y parcelaron y urbanizaron buena parte de la finca. Esta magnífica casa solariega fue, hasta finales del siglo xx, una escuela de puericultura y, desde entonces, no ha dejado de estar vinculada al mundo de la salud. Hoy, convertido en el Centro Cívico Vil·la Florida, es un espacio dedicado a la cultura de la vida saludable.
 
Mercaderes, caballeros...
En la finca donde se encuentra el Centro Cívico Vil·la Florida, antiguamente había una casa y torre rodeada de bosques y jardines que, en origen, podría haber sido una masía fortificada. Era propiedad de los Santcliment, una familia de mercaderes y caballeros vinculada a las ciudades de Lleida y Barcelona desde el siglo xiii.
En 1613 ya existe constancia de la primera compraventa documentada de la propiedad. Sin embargo, no sería la última: desde finales del siglo xvii, aproximadamente, se ocupará de la finca el convento de Nuestra Señora de la Concepción de la orden de las Carmelitas Descalzas de Barcelona.
 
... y fabricantes de velas
En el año 1768, el convento vendió la finca a Nicolau Sivilla, un velero —tejedor de velas de seda— de Barcelona, que era un buen ejemplo de las nuevas clases productivas emergentes de la ciudad. Desde entonces, la casa empezó a ser conocida con el nombre de Torre Sivilla y, a la muerte del propietario, que realizó distintas reformas, pasó a manos de su esposa, Isabel Sivilla.
Cuando Isabel murió, en el año 1803, la propiedad pasó al obispado de Barcelona y, tras varios pleitos por la sucesión, quedó en manos de Genís Josep Arimon, su propietario a partir de 1842. Ese momento, mediados del siglo xix, sería clave en la urbanización de Sant Gervasi, pues los grandes terratenientes comenzaron a alquilar y vender parcelas donde construir casas de veraneo.
 
La primera parcelación
Genís Josep Arimon se encargó de iniciar el proceso de urbanización de la finca, coincidiendo con una remodelación de la fachada de la casa, la modificación del vallado exterior y la apertura de nuevos portales para facilitar el acceso a los carruajes, entre otras mejoras.
Pero los herederos de Arimon, con deudas acumuladas, tuvieron que vender la propiedad, que pasó a manos de Josep Garriga i Llastanós, en 1874. Garriga inició una segunda parcelación de los terrenos que disminuyó considerablemente la superficie de la finca, pero que no afectó a la casa.
Josep Maria de Müller i Patxot, industrial vitivinícola de Tarragona, compró la propiedad en 1897, año de la agregación del municipio de Sant Gervasi de Cassoles a Barcelona. A principios del siglo xx, De Müller emprendió una reforma de los muros perimetrales, mandó construir un nuevo portal y edificó un pabellón para la portería situado en la calle de Garriga.
 
Una villa reformada al gusto modernista
Sin embargo, la reforma más destacada fue la de 1904, cuando Josep Maria de Müller encargó al arquitecto de Figueres Josep Azemar i Pont que transformase la antigua finca rural en una residencia burguesa.
Azemar no sólo cambió toda la distribución interior, sino que modificó completamente el aspecto exterior de la casa, utilizando un estilo modernista de regusto historicista. La torre angular, las galerías, las nuevas aperturas y la solución de la fachada y las cubiertas son fruto de la reforma de Josep Azemar en 1904.
Pero, pese a la gran transformación, la familia De Müller no llegó nunca a convertir el edificio en su residencia familiar. Tras la muerte de Josep Maria de Müller en 1926, sus hijos vendieron la finca a Ramona Calvet i Picas, que viviría en la casa hasta 1943.
 
Escuela de puericultura
Aquel año compró la villa Rosendo Llobet i Nicolau, presidente de la empresa textil La España Industrial, que, a su vez, la arrendó a Enrique Bardají, jefe provincial de Sanidad, para que instalase allí la Escuela de Puericultura, dependiente de la Dirección General de Sanidad.
Durante cerca de cincuenta años, la casa, que empezó a conocerse con el nombre de Vil·la Florida en aquella época, albergó la Escuela de Puericultura. El cierre del centro, a finales del siglo xx, propició el abandono y deterioro de la propiedad.
 
Equipamiento de barrioFrente a esta situación, las entidades vecinales de Sant Gervasi pidieron al Ayuntamiento que alcanzase un acuerdo con los propietarios o que expropiara la finca con el objetivo de convertirla en un equipamiento para el barrio.
Las negociaciones con los propietarios duraron cerca de diez años, pero, finalmente, el 26 de marzo de 2003, se dictó la declaración de urgencia de expropiación de Vil·la Florida, que ya había sido catalogada como equipamiento público. El 22 de enero de 2004, una sentencia judicial concedió al Ayuntamiento de Barcelona la propiedad de la finca.
Los jardines fueron la primera parte de la propiedad que pasó a convertirse en un espacio público, en noviembre de 2005. En paralelo, se iniciaron las obras de remodelación de la casa.
El 31 de marzo de 2007, la casa volvía a abrir sus puertas convertida en el Centro Cívico Vil·la Florida, un equipamiento de barrio con una programación que tiene, como ejes principales, la cultura de la vida saludable, la gastronomía y la alimentación sana.