Tratamientos

En los últimos años, los tratamientos fitosanitarios han evolucionado y han incorporado nuevos métodos y tecnologías, con una progresiva reducción y restricción del uso de productos de origen químico —limitándolo a las situaciones en las que resulta estrictamente necesario— a favor de tratamientos alternativos (culturales, mecánicos, etcétera) que, entre otros efectos, ayudan a mantener el equilibrio en la biodiversidad. La normativa vigente establece e incorpora también el avance en la gestión integrada de plagas para la reducción del uso de productos fitosanitarios de síntesis química.  

Se vigila que todos estos tratamientos sean específicos y selectivos, dirigidos a erradicar una plaga concreta. Se evitan, siempre que sea posible, los productos de amplio espectro que más fácilmente pueden generar resistencias en las plantas a nuevos ataques o plagas, y también los que suponen un mayor riesgo para la salud de las personas y el medio ambiente.

Todos los productos fitosanitarios utilizados en Barcelona son los que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) autoriza para el uso de parques y jardines y que se encuentran recogidos en el registro oficial de productos fitosanitarios.

Diferenciamos seis grandes tipos de tratamiento:

1. Culturales: la selección de las especies que se plantan forma parte de este método. Se actúa de forma preventiva escogiendo las especies mejor adaptadas al entorno urbano y las más resistentes al ataque de plagas y enfermedades.

2. Mecánicos: las podas controladas pueden ayudar a prevenir la aparición de plagas y su extensión, y son muy efectivas en caso de afectaciones parciales con la retirada de las ramas afectadas.

3. Control biológico.

El control biológico consiste en la utilización de organismos vivos para controlar las poblaciones de un organismo que genera molestias o daños en la especie, contrarrestando la plaga o aportando un refuerzo a las defensas del ejemplar vegetal por tratar. Se utilizan parasitoides, depredadores, microorganismos y nematodos.

La introducción artificial de fauna útil o microorganismos antagonistas (en el caso de los hongos, por ejemplo) actúa de forma natural de dos maneras posibles: 1) alimentándose del organismo que representa una plaga o 2) parasitándolos utilizando los individuos de la plaga como huéspedes, lo que impide su proliferación, ya que en el proceso los destruye.

El control biológico se ha mostrado efectivo para el tratamiento de algunos pulgones y psiles, pero también permite actuar contra las plagas de caparreta y araña encarnada.

Este procedimiento contribuye a equilibrar los niveles de población de los insectos que afectan a la especie y, por lo tanto, a reducir los efectos nocivos. Hay que tener presente que no se erradica la plaga en su totalidad y, dado que el entorno urbano no reproduce al 100 % los hábitats naturales, puede resultar necesario repetir la reintroducción de estos organismos de forma periódica para mantener su efectividad.

4. Trampas de feromonas: un tratamiento basado en la simulación de las estrategias que desarrollan las hembras de las especies para completar su ciclo reproductivo.  No todas las feromonas son de atracción sexual, también existen de agregación y de otros tipos. En el caso de utilizar feromonas sexuales, estas atraen a los machos de la especie atacante, que son conducidos hacia cajas trampa donde quedarán atrapados.  Es un funcionamiento idéntico al de los atractivos alimenticios que atrapan a los insectos en alguna sustancia pegajosa.

5. Bandas cromáticas: otro tratamiento basado en la mímesis de los mecanismos naturales de atracción de los insectos. Las bandas cromáticas utilizan la misma estrategia que las flores y utilizan el poder de atracción que algunos colores tienen sobre los insectos para capturarlos.

6. Métodos químicos

6.1 Endoterapia vegetal: método por el que se inyecta a presión el producto fitosanitario a la planta, que se esparce por los conductos de su sistema vascular. Es un mecanismo inocuo para las personas que ha demostrado ser muy efectivo, por ejemplo, en los tratamientos contra la procesionaria del pino.

6.2 Atomizaciones y aplicaciones fitosanitarias en forma de riego: tratamiento basado en la aplicación del producto rociando la especie por tratar, ya sea con productos ecológicos o, cuando no existen en el mercado alternativas de origen natural autorizadas, productos de síntesis química.

La aplicación de productos ecológicos, como extractos naturales e insecticidas sintetizados, se puede llevar a cabo a partir de productos extraídos de la propia planta o de origen mineral. Este es el caso de las piretrinas, los aceites vegetales (derivados del Piretrum sp), las azadiractinas derivadas del Azadiracta indica o, en el caso de productos de origen mineral, los derivados del carbón de antracita.

Los tratamientos se aplican como último recurso cuando el riesgo de extensión de la plaga o su grado de afectación lo hacen necesario, así como por su virulencia o por las molestias que se pueden derivar sobre la población.