Nuestro proyecto educativo

L’escola bressol L'Arboç está situada en el paseo de la Vall d'Hebron dentro del Recinto Mundet, junto al barrio de Montbau. Inició la actividad en este edificio en 1987, pero ya había comenzado la actividad educativa en 1968 en otro local. La escuela es una casita de dos pisos rodeada de naturaleza. En la planta baja están los tres grupos de niños más grandes, que cuentan con dos espacios de juego exterior: un patio con un buen número de madroños, que dan nombre a la escuela, y la “muntanyeta”. En el piso de arriba están los dos grupos de los más pequeños, que disfrutan de una terraza soleada.

Entendemos que la educación es el acompañamiento positivo del niño en su proceso de desarrollo y aprendizaje. Entendemos al niño como el agente activo de este aprendizaje, como un ser competente, capaz, con capacidad de relacionarse, de decidir, de manifestar deseos, de hacer, con iniciativa y curiosidad, y que es el principal constructor del su propio conocimiento.

La escuela ofrece a los niños un conjunto de experiencias educativas que promueven su desarrollo y aprendizaje. Damos mucha importancia a la vida cotidiana, a las rutinas, que organizan los tiempos de la escuela y permiten a los niños la adquisición progresiva de autonomía. Ofrecemos un contexto acogedor, agradable, donde los niños se sientan seguros, respetados, valorados, queridos, que sientan que los escuchamos, para que puedan desarrollar todo su potencial, sus capacidades intelectuales, motrices, sociales.

Ponemos el foco en el juego de los niños, ya que a través de esta actividad espontánea, de motivación interna, el niño satisface su curiosidad por el mundo que le rodea a la vez que potencia su desarrollo.

Otro pilar esencial de nuestra filosofía de escuela es el acompañamiento emocional para que los niños y las familias puedan expresarse y de esta forma sentirse queridos y valorados.

La familia tiene un lugar privilegiado en nuestro proyecto, es lo más importante para el niño y también lo es para nosotros. Para los niños y niñas es vital crear vínculos fuertes y seguros con los adultos que les acompañan, por eso el respeto mutuo y la comunicación es fundamental. Damos especial importancia a un proceso de familiarización progresivo, individualizado y transparente.

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