Espais oberts, espais compartits.

Os presentamos el proyecto "Espais oberts, espais compartits" donde todos los espacios de la escuela son para todos los niños.
El motivo de abrir las puertas de las clase para que los niños puedan elegir dónde quieren ir a jugar son diversos:

La oferta, además de rica y variada, atiende mejor a las necesidades evolutivas de cada niño.
Los niños tienen una curiosidad innata e ilimitada para moverse, mirar, tocar, explorar y experimentar dentro de sus posibilidades con todo lo que le rodea. Con este proyecto se favorece ya que los niños y niñas escogen el rincón donde quieren jugar.
Los rincones de juego responden a las necesidades que tienen los niños de conocer a los compañeros, de revivir lúdicamente situaciones cotidianas y de poder experimentar con su propia actividad diferentes roles que hay a su alrededor.
El niño tiene más capacidad de autonomía en el juego.
Tiene más abanico para elegir.
Se favorece el juego más individualizado y pequeño grupo.
El ambiente es más relajado.
Se multiplican las posibilidades de relacionarse del niño.
La maestra se convierte en una observadora, acompañando el juego y el aprendizaje del niño, poniéndose a su lado.
Las llegadas de los niños a la escuela por la mañana se convierten en muy tranquilas. Los niños van entrando y se van incorporando al juego de forma natural y espontánea. Y el adulto que acompaña al niño, también participa activamente de ese momento. Las familias que lo quieren se quedan para contar cuentos, jugar con los niños, hacer marionetas ... También tenemos la abuela cuidadora de muñecas que nos ayuda en su cuidado, el abuelo manitas que nos arregla juguetes, la abuela cuenta cuentos, el padre jardinero ...

¿Como ponemos en marcha el proyecto?

Paulatinamente. Durante la adaptación no se hace. Después, primero se hace con los dos grupos de grandes y los dos grupos de medianos por separado y poco a poco, vamos ampliando.
Los lactantes, hacia el tercer trimestre, también participan.
La oferta de espacios también se va ampliando y enriqueciendo poco a poco, ofreciendo propuestas de juego y actividades simultáneas. El niño elige dónde y en qué quiere jugar y por tanto, el interés se multiplica.
Poco a poco, la oferta de espacios se va ampliando. Abrir puertas implica al equipo mantener una coherencia en la práctica educativa, tomar decisiones, tener cuidado de la seguridad física y emocional de los niños, transmitir los mismos mensajes...
En cada espacio encontramos un ambiente: Juego simbólico, material inespecífico, sala de experimentación y trasvases, lenguaje plástico, musical y verbal, espacio de construcciones y lenguaje matemático, rincón de la luz y la imagen, espacio de movimiento...

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