CRISTIANISMO | "O Sidera" #Trànsits

[NOTAS DEL PROGRAMA DEL CONCIERTO, EXTRAÍDAS DEL WEB DEL AUDITORI]

Desde antiguo, la sibila ha ejercido una atracción singular en la tradición litúrgica y paralitúrgica occidental. Su papel en la Nochebuena, representación que aún perdura en muchos lugares, junto a la mención de su nombre en la secuencia Dies iræ, una de las piezas más famosas del repertorio del canto cristiano litúrgico, en las palabras “teste David cum Sybilla” (‘como profetizaron David y la Sibila’), hicieron de este personaje uno de los más misteriosos y, por ello, más atractivos del panorama medieval. No importó que el texto de fuese de composición tardía –el franciscano Tomás de Celano, su autor, vivió allá por el s. XIII– para que su casi diaria interpretación en las misas de difuntos, lugar al que se destinó la secuencia, hiciese familiar su mensaje. A mediados del s. XVI, el compositor francoflamenco Orlando di Lasso ofreció a Alberto V de Baviera un ciclo de doce composiciones, cada una de ellas dedicada a una sibila diferente. Aunque publicadas póstumamente, en 1600, hoy día nuestra imaginación vuela y fantasea con la idea de que el propio Lasso pudo haberse inspirado en las pinturas que representaban al personaje en el interior de la Capilla Sixtina.

Para nosotros, oyentes del s. XXI, más o menos capaces de leer y entender en cada una de las sibilas un mensaje dentro de sus tres líneas de prólogo y sus seis versos compuestos a la manera de los motetes del Renacimiento, el modo en el que Lasso abordó esta enigmática composición como un todo no deja de ser un canto al cromatismo –entendido en su acepción tanto musical como pictórica– donde homenajea a Cipriano de Rore y Nicola Vicentino, dos de los más grandes cultivadores del estilo en sus madrigales. Lassus va aún más allá y juega con la tonalidad y la atonalidad, lo que convierte a las Prophetiæ Sibyllarum en un ciclo muy atractivo a los oídos más avanzados y exigentes. Ya desde su inicio, el prólogo invoca a los carmina chromatico en los que se van a desarrollar las doce (bis senæ) sibilas. Sus denominaciones regionales revelarán el misterio de la castidad de la Virgen (Sibylla Persica), su aspecto salvífico y de perdón a los hombres (Sibylla Libyca), la concepción virginal (Sibylla Delphica), los dones ofrecidos por los Magos (Sibylla Cimmeria), la luz que vence a las tinieblas (Sibylla Samia), su revelación a través de oráculos y palabras (Sibylla Cumana), el esplendor a través de sus adornos exteriores (Sibylla Hellaspontica), el deseo de Dios de adoptar forma humana (Sibylla Phrygia), su paso por valles y montañas incluso con menciones mitológicas (Sibylla Europæa), su presencia en Nazaret y en Belén (Sibylla Tiburtina) y su procedencia de un linaje hebreo (Sibylla Erythræa), para concluir con palabras de salvación (Sibylla Agrippa).

En un mundo como el nuestro, deseoso de comprenderlo todo, dominado por unos avances técnicos que invaden nuestra intimidad diaria y en el que los valores se van deshumanizando progresivamente a merced de unos intereses en los que priman la gloria y el poder representados por efímeros reinados, las Sibilas muestran aquello que ha de venir, que se va aproximando inexorablemente, que se cumplirá con apocalíptica puntualidad y que exige de nosotros estar preparados. No nos extrañe pues, la presencia de estos personajes en otras tradiciones musicales, sobre todo en Oriente. El programa se completará con textos procedentes de los himnos acatistos, de la liturgia de san Juan Crisóstomo y de otros extraídos de tradiciones antiguas de los Padres Orientales, en primorosos arreglos de Lila Hajosi. Los textos de los salmos según la tradición constantinopolitana, junto a uno de los cantos de la Cuaresma local, unirán la polifonía occidental con las antiguas sonoridades de corte ortodoxo. Tradición y modernidad se darán la mano.

 

Juan Carlos Asensio

Músico y musicólogo especializado en cantos gregorianos, profesor de la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) y director de la agrupación Schola Antiqua