LA ENTREVISTA | “Las iglesias coreanas funcionan como auténticas instituciones de acompañamiento y apoyo para la comunidad”, anciano Lee (CRISTIANISMO EVANGÉLICO)

Corea forma parte de los muchos países en todo el mundo donde encontramos presencia de varias ramas del cristianismo evangélico. Entre otras, algunas de la denominación conocida como presbiterianismo. En Barcelona, las iglesias coreanas se configuran como espacios de encuentro e intercambio para la comunidad coreana residente en la ciudad. Deok Lee es anciano de la Iglesia Presbiteriana Reformada Coreana Jeil Spain, la primera iglesia presbiteriana coreana de la península Ibérica. Como anciano, tiene un papel de administración y gestión financiera en la iglesia. Nos explica las claves del presbiterianismo evangélico coreano y reflexiona sobre su presencia en la ciudad.

El presbiterianismo es una denominación dentro del cristianismo evangélico. ¿Qué significa eso? ¿Cuáles son las claves de esta doctrina y qué caracteriza concretamente al presbiterianismo?

El cristianismo protestante, también llamado evangélico, está formado por una gran diversidad de congregaciones y denominaciones que tienen en común el hecho de haberse desvinculado de la Iglesia católica como resultado de la reforma protestante del siglo XVI. Así, se trata de una rama del cristianismo muy heterogénea, sin una doctrina única.

El presbiterianismo se descuelga de las iglesias calvinistas y se basa en la Confesión de Fe de Westminster y en el catecismo de Heidelberg, así como en las doctrinas de Holanda y Escocia, donde existe una mayoría presbiteriana. Sin embargo, en la propia confesión presbiteriana también existen muchas denominaciones (bautista, pentecostal, etcétera).

¿Qué relevancia tiene el cristianismo evangélico y, concretamente, el presbiterianismo en Corea?

Históricamente, la religión más practicada en Corea era el budismo. En los años setenta y ochenta hubo un auge del cristianismo en todas sus denominaciones, pero después volvió a disminuir. Hoy en día, creo que el presbiterianismo lo practica cerca de un 20 % de la población coreana.

En Corea, el presbiterianismo llegó hace entre 100 y 120 años a través de misioneros estadounidenses e ingleses. Actualmente, el coreano es el presbiterianismo llamado koshin. Se caracteriza por basarse en el soberanismo total de Dios. En este sentido, los practicantes del presbiterianismo koshin no dependemos de nuestro esfuerzo y nuestra reflexión, sino que es la palabra de Dios la que nos crea la fe.

Otra de las claves del presbiterianismo koshin es la evangelización. Uno de nuestros deberes principales es la evangelización global. Así, la iglesia presbiteriana coreana es, hoy en día, la que más misioneros envía a escala mundial. Hay en todos los países. También en los comunistas, donde realizan su trabajo en secreto.

¿Y, desde Corea, cómo llega vuestra iglesia a Barcelona? ¿Cuándo y cómo surge?

La Iglesia Presbiteriana Reformada Coreana Jeil Spain es la primera iglesia coreana de toda la península Ibérica. Fue fundada en septiembre de 1980 por mi suegro, que formaba parte de la primera generación de coreanos que se mudaron a Barcelona en la década de los ochenta. En aquel momento no era más que un local pequeño, pero con el tiempo creció en dimensiones e influencia. Fue a través de esta misma iglesia que se fundaron otras iglesias en Madrid, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria y Zaragoza, así como fuera de España, en Sierra Leona.

Actualmente, hay dos grandes iglesias presbiterianas coreanas en Barcelona. Las dos tenemos características similares y la misma denominación, koshin. Tenemos oficio todos los domingos, por la mañana y por la tarde. Y los miércoles y los viernes por la noche celebramos reuniones con los feligreses.

¿Participáis en algún espacio de diálogo con otras religiones y comunidades?

Bien, para empezar, nos hemos encontrado con que la ciudadanía catalana suele ser bastante reticente a la hora de hablar de temas de religión. Es muy complicado establecer un diálogo directo en este sentido con algunas personas. Son temas delicados.

Se hace complicado, incluso, conectar con otras iglesias evangélicas. Nos han contactado varias veces desde la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) y desde el Consejo Evangélico de Cataluña, pero organizar reuniones conjuntas se hace difícil, sobre todo porque la mayoría se organizan los días laborables, y nosotros estamos dedicados a otras tareas.

¿De qué forma las iglesias coreanas presbiterianas son un espacio de encuentro, de identidad, incluso, para la comunidad coreana de Barcelona?

La influencia de la iglesia coreana en la comunidad es muy importante. Las iglesias coreanas no solo realizan acciones de plegaria y práctica religiosa para las personas creyentes, sino que funcionan como auténticas instituciones de acompañamiento, comunicación y apoyo logístico e, incluso, económico para la comunidad, sobre todo, para las familias recién llegadas. Cuando llega una familia coreana a la ciudad, la iglesia le ofrece apoyo en todos los ámbitos: desde la vivienda, para encontrar un piso, hasta cuestiones más administrativas.

Y es que a escala estatal existe el consulado, pero hay cosas que este no puede cubrir. Así que la iglesia funciona como una especie de consulado o embajada en la ciudad. No hay empresas que se dediquen a realizar estos trabajos de relocalización, así que lo hace la iglesia, siempre siguiendo la voluntad cristiana de ayudar al prójimo.

Y, más allá de la comunidad coreana, ¿lleváis a cabo actividades de cara a toda la ciudadanía de Barcelona?

Bien, cada vez más. La primera generación que vino a España tuvo, lógicamente, muchos problemas de comunicación. Mis padres, que ya llegaron mayores (yo tenía ya 15 años), se reunían con la comunidad, con la familia, pero poca cosa más. Ahora, sin embargo, hay personas de segunda y tercera generación que empiezan a dar pasos hacia la apertura. Y creo que en un futuro todavía se ampliará más la actividad de la iglesia.

De hecho, en los últimos años ha habido un aumento sin precedentes del interés de la juventud española y catalana por la cultura coreana, sobre todo por el éxito del ‘k-pop’. Hay jóvenes que se han acercado a la iglesia por pura curiosidad, y nosotros lo hemos aprovechado para acercarlos a nuestra cultura, yendo más allá de nuestra religión. Algunos jóvenes dan clases de coreano en nuestra escuela. Intentamos que vengan más ciudadanos catalanes a la iglesia. En todo caso, actualmente, abrir más la iglesia es uno de nuestros proyectos.

Aparte de eso, también realizamos actividades de apoyo a la comunidad barcelonesa. Esta Navidad, por ejemplo, hemos organizado una recogida de mantas y comida para las personas sin techo. También tenemos programas de voluntariado en que los jóvenes de la iglesia reparten comidas en colaboración con otras entidades. Todo eso lo hacemos de forma independiente, sin ningún tipo de ayuda de la Administración, porque las iglesias minoritarias no tienen ningún tipo de subvención ni ningún apoyo político. Lo que llevamos a cabo lo hacemos solo con nuestro esfuerzo.