Libro de consejos de la Cofradía de San Juan y San José de los carpinteros de Barcelona
Fecha de publicación del documento: 16/09/2020
Año del documento original: 1624
Este Libro de consejos de 1624 pertenece al Fondo de una de las corporaciones más antiguas y mejor documentadas de Barcelona y que custodiamos en el Archivo Histórico, la Cofradía de San Juan y San José de los carpinteros .
Se trata de uno de los siete volúmenes de consejos conservados, donde se anotaban regularmente los acuerdos tomados en los consejos o juntas generales de la cofradía. Cada acta de sesión recoge los nombres y apellidos de los participantes, los temas tratados con las correspondientes resoluciones tomadas y se valida al final con la fe notarial.
Aunque el libro que presentamos es de tipo utilitario, de formato grande y 212 folios en papel, presenta una elegante encuadernación muy bien conservada. Se mantiene intacta la encuadernación original de tipo simple con cubiertas de pergamino, religura vista al lomo con hilo de encuadernar ya la portada adornos de tipo geométrico hechos con tira de piel estrecha recosida sobre cuero.
El rico fondo de la Cofradía de los maestros carpinteros contiene ciento veintiséis pergaminos y setenta y ocho unidades documentales entre volúmenes y legajos que abarcan de 1330 a 1916 . Aparte de los libros de consejos mencionados se han conservado también los libros de Promenia (Prohomenia) que recogen los consejos tenidos por los representantes de la cofradía y gremio: prohombres, clavario, receptor y comadronas, los libros de contabilidad diaria, entre ellos los llamados: de las añadas de los carpinteros, los de contabilidad general o libros del clavario, los libros de los aprendices, los registros de cofrades, etc...
Desde 1318 los carpinteros barceloneses tenían representación en el Consejo de Ciento, pero no fue hasta el 10 de abril de 1388 cuando se constituyeron en cofradía por un privilegio real que les otorgó Juan I, recibiendo las ordenaciones de los consejeros de la ciudad , como era habitual. La corporación se regía por tres prohombres, disponía de un clavario responsable de las finanzas, un receptor de emolumentos y dos matrones, también se elegían cuatro examinadores y un síndico.
Los carpinteros se concentraban en una zona de la ciudad próxima al mar en el lugar de la puerta de Regomir, justo donde estaban los primeros astilleros de la ciudad , entre las calles Ample, de la Mercè, de Avinyó y de la Carpintería y tuvieron la casa gremial en la calle de la Fusteria y la sede en la capilla de St. José en la catedral.
Desde antiguo los carpinteros barceloneses se dividían en carpinteros bosqueres y carpinteros cajeros . Los primeros obraban elementos estructurales de la construcción como pilares, columnas, vigas. Caballadas o cubiertas, cumpliendo una auténtica función de arquitectos siempre complementada por los maestros de obras, mientras que los carpinteros cajeros, por su parte, construían todo tipo de mobiliario. Desde 1506 todos los maestros carpinteros estaban capacitados para trabajar en ambas especialidades.
Pero aparte de participar en la construcción y mantenimiento de edificios privados y públicos como los astilleros reales, la aduana o el amasado, ideaban y realizaban todo tipo de ingenios en madera como argas, poleas, grúas, etc... y también participaban en la construcción y mantenimiento de infraestructuras como puentes, norias, acequias, cubiertos o molinos, teniendo un papel importante en la construcción del primer muelle en 1439. Así podríamos decir que los carpinteros más allá de la fabricación de mobiliario, cumplieron, hasta en el momento de la desaparición de las cofradías o gremios, una importante función a caballo entre la arquitectura y la ingeniería.