Una tarde del 14 de abril de 1931
Fecha de publicación del documento: 14/04/2020
Año del documento original: 1931
Bajo el grito ¡Viva Macià! ¡Muera Cambó! , las masas ocupaban las calles de Barcelona de forma festiva, a última hora de la tarde de aquel 14 de abril de 1931, mientras que en Madrid el rey se marchaba camino del exilio.
Las elecciones municipales del 12 de abril se habían convertido en un auténtico plebiscito para la monarquía de Alfonso XIII. Después de la caída de la dictadura del general Primo de Rivera y el clima social marcado por el crecimiento de la oposición republicana y obrerista, la convocatoria electoral suponía un punto de inflexión. Había llegado el momento de escoger: monarquía o república. El resultado de las elecciones fue bastante significativo: la ERC de Francesc Macià fue la clara triunfadora, mientras que la Liga Regionalista encabezada por Francesc Cambó, una opción política continuista y reformadora del sistema que hasta entonces representaba la fuerza hegemónica del catalanismo, fue claramente derrotada. En Barcelona, la izquierda había triplicado el número de concejales conseguidos por la derecha. Y en el resto del Estado el resultado era similar. La victoria de las fuerzas republicanas en las grandes ciudades dejaba a Alfonso XIII en un callejón sin salida.
Cerca de las dos de aquel 14 de abril, el jefe de la lista más votada en las elecciones municipales en Barcelona, Lluís Companys, proclamaba la República desde el balcón del Ayuntamiento. Enterado de este hecho, Francesc Macià, contrariado por la iniciativa unilateral de su compañero de filas en el Ayuntamiento, quiso ir un paso más allá y proclamó desde el balcón de la entonces sede de la "Diputación Provincial", «La República catalana a la espera de que los otros pueblos de España se constituyan como Repúblicas, para formar a la Confederación Ibérica».
Este anuncio preocupó el gobierno provisional español y, el día 17, pactó con Macià que la República catalana sería rebautizada con el nombre de Generalitat de Catalunya, en inexacta recuperación del nombre medieval de Diputación del General.
Así, pues, este mes de abril de 2020 conmemoramos el 89º aniversario de aquel hecho histórico que conmocionó no sólo a la sociedad barcelonesa, catalana y española, sinó que tuvo una repercusión internacional de gran relevancia.
Desde entonces, el 14 de abril ha significado, más allá del hecho histórico en sí, una fecha simbólica, mítica, una especie de amuleto para aquellas personas que comulgan con los valores y los ideales republicanos, valores e ideales que tienen que ver con la igualdad entre las personas, la libertad y el respeto por los derechos humanos. Viene a ser la sublimación del concepto ciceroniano de "res publica", aquello que pertenece al pueblo, la virtud civil de los ciudadanos, la sabiduría que les hace comprender que su interés individual forma parte del bien común.
Hoy mostramos, con documentos del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona, una pincelada de lo que significó la proclamación de la Segunda República en diversos ámbitos de la vida ciudadana.