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Exposición: "40 años de ayuntamientos democráticos"

El nuevo nomenclátor de Sants

El nomenclátor municipal era un elemento que permitía simbolizar el inicio de una nueva era para la ciudad. De la castellanización e imposición de referentes ajenos a la memoria de la mayoría de habitantes, que había implantado el franquismo, se pasó a la catalanización y la recuperación de denominaciones populares de las plazas y calles, cosa que se tradujo en cambios sucesivos en el nomenclátor.

Estos cambios no se decidían en la plaza de Sant Jaume, sino que se originaban en los barrios: el Consejo Municipal del Distrito proponía los cambios y el Pleno del Gobierno los aprobaba.

El nomenclátor era tan relevante que la primera acción que decidió el Consejo Municipal del Distrito VII, una vez constituido, fue cambiar el nombre de varias calles. Por ejemplo, la calle de Zumalacárregui, un general carlista del siglo XIX, pasó a ser denominada calle de Riego, el general progresista que daría nombre al himno republicano, muy afín a los nuevos tiempos democráticos. Otro ejemplo fue la calle Unidad, que cambió su nombre por el de calle de la Autonomia.