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Almuerzo-debate con Josep Antoni Acebillo

05 Febrero | 2020

Convocados por el Consell de Cent, el pasado 5 de febrero un grupo de animosos ex-regidores y ex-regidoras nos reunimos en torno a un almuerzo-coloquio con Josep Antoni Acebillo, que tenía por título “Barcelona en un contexto territorial de futuro”.

El conferenciante hizo mención en primer lugar de su trayectoria de 23 años al servicio del Ayuntamiento de Barcelona, 15 de catedrático en Suiza y 2 años de reflexión en China, patrocinado por su gobierno. Aun así dijo –como quien no quiere la cosa- que a pesar de su extenso currículum, y que en todo el mundo lo invitaban a conferenciar, este no era el caso de Barcelona.
Quizás por el hecho de ser los primeros barceloneses que lo escuchábamos después de tantos años, puso la directa, y sin comer, y casi sin respirar, fue desgranando su filosofía urbanística sobre pasado y futuro, que podríamos catalogar como global y local a la vez, si bien hizo pocas referencias al caso específico de Barcelona.
De este modo transitamos sin pausa, y a gran velocidad, por los vectores teleológicos intangibles (parsimonia, armonía e in-justicia espacial), los vectores estocásticos tangibles (metabolismo urbano, capital social y neo-metropolitanismo) y los vectores tecnológicos instrumentales (esperanza de vida, energía-movilidad, automatismo y sociedad post-trabajo).
También nos ilustró sobre la necesidad de preservar los espacios agrarios y la necesaria terciarización –en parte- de este sector, sobre el sonambulismo tecnológico, y sobre la necesidad del control tecnológico y de un cierto retorno a la espiritualidad. Pontificó sobre lo que era sostenible y lo que era disruptivo, y se declaró partidario de recuperar la Edad Media más que el Renacimiento. Aun así nos explicó que era mejor el crecimiento de las ciudades cuando se establecía un triángulo entre tres de ellas, más que cuando se establecía un sistema binario entre dos.
Cuando casi finalizaba el tiempo, nuestro Presidente lo interpeló sobre nuestra ciudad. Eludió algo la cuestión, pero soltó dos perlas: disconformidad con el tranvía por la Diagonal, y absoluta convicción de que si le encomendaban resolver el problema de la vivienda, él lo resolvería.
Casi agotados finalizamos la comida. Como coincidió desgraciadamente con la muerte de José Luis Cuerda, me vino a la mente dedicarle al amigo Ace, lo que le dicen los ciudadanos al alcalde en la película “Amanece que no se poco”.
Ace: Todos somos contingentes, pero tú eres necesario...

Xavier Valls

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