25 Abril | 2019
Barcelona y el movimiento vecinal
En el marco del ciclo Gente de la casa grande 1977-83 organizado por la Asociación Consejo de Ciento y el Museo de Historia de Barcelona, tuvo lugar el pasado día 25 de abril la conferencia Barcelona y el movimiento vecinal, presidida por Eugeni Forradellas, que presentó Germà Vidal y contó con la participación de Andrés Naya y de Fernando Pindado.
Empezando la sesión, Eugeni Forradellas hace un repaso de las distintas actividades realizadas en el marco de este ciclo, recordando la situación de amplias demandas en las cuales el consistorio tenía que responder en aquellos años y como incidieron la visión de la calle y del movimiento vecinal. A continuación, presenta Germà Vidal recordando que antes de ser concejal fue dirigente vecinal y pone como ejemplo que como presidente de la Asociación de Vecinos de Montbau negoció con otros miembros del movimiento vecinal el soterramiento del segundo cinturón.
Germà Vidal valora como una de las mejores experiencias vitales sus diez años como concejal de distrito, destacando la vitalidad del movimiento vecinal en un momento en que todo estaba para hacer y no se tenía experiencia de gestión. Comenta como al llegar al distrito de San Andreu solo habían dos trabajadores, el conserje y la persona que cortaba los que iban a la mili, mientras que cuando se marchó ya eran más de 80, y expresa la satisfacción por su actividad durante estos años.
El histórico activista vecinal Andrés Naya hace un repaso por la época, señalando como las dos bandas de la trinchera, consistorio y vecinos, se consiguió generar lazos
de amistad. El día 11 de abril de 1970 se constituyó la Asociación de Vecinos de nuevo Barrios. Se reivindicaban semáforos, escuelas, espacio público, asfaltado en las calles y también el acceso a agua potable para todo el mundo. Las reivindicaciones siempre iban acompañadas de propuestas integradas en los llamados Planes de barrio. Comenta como en 60 y a los 70, años sin libertades, fueron años de mucha imaginación, se planteaba de varias maneras como acceder a las organizaciones en las que se podía conectar con la gente.
El estudio de Anna Alabart sobre las 70 asociaciones ilegales de barrio constata que contaban con 70 mil afiliados y unos 1.100 activistas. Tiene un recuerdo especial por el papel desarrollado por el alcalde Socias Humbert y también pone de relieve el papel de renovación que jugó el movimiento vecinal a Barcelona a la vez que constata la capacidad de propuesta vecinal de estos años y pose como ejemplo el Pla de Acción para las municipales y su participación en las manifestaciones del año 76 de la Asamblea de Cataluña. Recuerda las discusiones con el primer consistorio democrático y acaba valorando con motivo de los 40 años de las asociaciones de vecinos las ciento acciones conseguidas, muy significativamente las relativas a equipaciones y en espacio público, afirmando la necesidad de diálogo entre poder y participación.
Continúa Fernando Pindado quién de joven presidió la AAVV de Torre Baró y el 78 la de Ciudad Meridiana, comentando como el hecho de apostar por la existencia de las asociaciones, no comisiones de barrio ilegales, impulsó el movimiento vecinal. Recuerda la importancia de organizar una olimpiada popular en Nuevo Barrios, como octubre del 73 presentaron a Rodríguez Ocaña, que salió escogido regidor a pesar de que no le hicieron posible acceder al cargo o como la situación generaba una estrecha vinculación entre la vertiente reivindicativa y la vertiente política. Su opinión es que la crisis del movimiento vecinal de aquellos años se produce no por la marcha hacia el Ayuntamiento de dirigentes vecinales sino por un problema de proyecto. Finaliza valorando como los problemas de hoy son de alcance más amplio (hipotecas, salarios, salud...) y se pregunta cuál es el marco
adecuado por la participación efectiva.
Después de un animado coloquio por parte de los asistentes Andrés Naya pide al MUHBA analizar el tejido social de ciudad. Marc Andreu señala que Barcelona es un caso excepcional por sus características y por el alto número de asociados.
Finalmente, Joan Roca comenta que entre los proyectos del MUHBA está analizar el movimiento vecinal en su doble escala de ciudad y de barrio y acaba calificando la Asociación Consell de Cent como “Senado de la ciudad”. Germà Vidal cierra la sesión compartiendo que antes y ahora, siempre hay personas que se “rompen los cuernos” para que las cosas funcionen.
Maravillas Rojo
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