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Visita al Port de Barcelona

15 Septiembre | 2015

Port de Barcelona: una infraestructura estratégica para la ciudad y el país

Una numerosa delegación de miembros de la Asociación del Consell de Cent visitaron el pasado 15 de septiembre el Puerto de Barcelona, donde mantuvieron una reunión de trabajo con el presidente Sixte Cámara y efectuaron un recorrido marítimo por las instalaciones portuarias. Como socio de la entidad y adjunto a la Presidencia del Puerto, esta visita ha supuesto para mí un placer doble. También ha sido muy satisfactorio comprobar el gran interés que genera esta infraestructura, un hub logístico y de transporte estratégico para la ciudad y para el país. Por aquellos que no tuvisteis la ocasión de acompañarnos, expondremos brevemente los principales aspectos del Puerto que centraron el encuentro.

Uno de los grandes activos del Port de Barcelona es su diversificación. De hecho, incluso, se puede decir que se trata de 5 puertos en 1: el puerto comercial, el puerto de la energía, el puerto de cruceros, el puerto logístico y el puerto ciudadano (Port Vell). Esta diversidad de líneas de negocio, la extensión de nuestras instalaciones (1.300 hectáreas después de la última ampliación) y nuestra especialización en mercancía de alta valor nos convierte en el principal Puerto del Estado por dimensión económica y generación de recursos.

La continuidad y la solidez de la estrategia del Puerto, con independencia de los cambios de gobierno que se han producido en los últimos años, es otro de los puntos fuertes de la infraestructura. El III Plan Estratégico del Puerto de Barcelona, presentado este año con el horizonte del 2020, establece unos hitos concretos articulados alrededor de tres ejes: el crecimiento, que se traduce al garantizar unos volúmenes de actividad y tráfico óptimos; la competitividad, que exige un altos niveles de eficiencia y una diferenciación en la oferta; y la sostenibilidad, que implica actuar de forma que se garantice la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus necesidades. Durante la visita también se puso de relieve el carácter público del Puerto de Barcelona. El hecho de ser una infraestructura al servicio del tejido productivo y social de nuestro entorno, explica el esfuerzo inversor y el espacio que se dedica a determinados tráficos. Es paradigmático el caso de los cruceros: a pesar de que esta actividad representa aproximadamente el 7% de los ingresos totales del Puerto, hemos hecho una clara apuesta para potenciar este tráfico por los grandes beneficios que comporta por la ciudad y por el conjunto de Cataluña. De hecho, según un estudio reciente de la Universitat de Barcelona, la actividad de cruceros del Puerto genera cerca de 800 millones de euros de facturación, contribuye con 413 millones al PIB de Cataluña y garantiza el mantenimiento de 7.000 puestos de trabajo. La ciudad de Barcelona es, por cierto, la principal beneficiada, puesto que recibe el 75% del efecto directo de esta actividad.

El caso de los vehículos responde a la misma lógica. Si Barcelona se ha consolidado como el puerto líder de la Mediterránea en el tráfico de automóviles (este año lograremos las 900.000 unidades transportadas) ha estado por nuestra fuerte vinculación con el clúster de automoción del país. Así, el Puerto de Barcelona es hoy la principal herramienta de internacionalización de la industria automovilística, altamente competitiva a la exterior gracias, en buena parte, a la eficiencia y al elevado grado de especialización de nuestras instalaciones. También hay que recordar que nuestra infraestructura tiene autonomía financiera, es decir, no recibimos dinero de los Presupuestos Generales del Estado ni de ninguna otra administración. Con nuestros ingresos pagamos los gastos generales, las inversiones y la amortización de la deuda, además de contribuir al mantenimiento de Puertos del Estado (que no genera recursos propios) y al Fondo de Compensación Interportuaria, que financia aquellos puertos que son deficitarios. Desde el año 2000 el Puerto de Barcelona ha generado inversiones por valor de 4.000 millones de euros, el 50% financiados por el propio Puerto y el resto a cargo de la iniciativa privada. Esta cifra pone de manifiesto el rol de nuestra infraestructura como motor económico del país y generador de inversiones.

Los retos que el Puerto de Barcelona tiene por adelantado son ambiciosos. El III Plan Estratégico es nuestra declaración de principios: queremos jugar en la liga de los grandes puertos y queremos competir, por lo tanto, con los enclaves norteños de Europa. Del gran flujo de comercio que se origina en Asia con destino en Europa, sólo el 30% se descarga a los puertos de la Mediterránea, mientras que el 70% restante llega hasta los puertos norteños para ser posteriormente distribuido por el continente. Estamos convencidos que los puertos de la Mediterránea estamos preparados para asumir una mayor cuota de mercado de este volumen de tráfico, que supera los 20 millones de contenedores anuales.

El Puerto de Barcelona ya ha completado su ampliación, como pudimos ver durante la visita marítima, con el objetivo de captar más carga y ampliar su oferta logística a las empresas de su área de influencia. Un área que llega cada vez más lejos (hasta los 1.200 kilómetros de distancia) y donde el ferrocarril y, en concreto lo Corredor Mediterráneo, tendrá un papel clave para garantizar la conectividad y la eficiencia.

Joan Colldecarrera

Adjunto a la Presidencia del Port de Barcelona

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