Red de Ateneos de Fabricación
Los ateneos de fabricación son un servicio público que impulsa la divulgación de la tecnología y la ciencia de la fabricación digital.
Son lugares para aprender, compartir e intercambiar conocimientos. Favorecen la capacitación digital y fomentan la innovación social en los barrios de Barcelona. Los ateneos ponen a disposición de la ciudadanía, la comunidad educativa y el mundo empresarial, asociativo y comunitario, espacios para conocer y trabajar con nuevas tecnologías de la fabricación digital.
¿Cuáles son nuestros objetivos?
- Acercar la tecnología y la ciencia de la fabricación digital (y sus aplicaciones) a toda la ciudad, a los vecinos y vecinas, colectivos, entidades, empresas, escuelas e instituciones de nuestros barrios.
- Desarrollar modelos de participación y trabajo en red orientados a la innovación social y al fomento de la economía colaborativa que promuevan nuevas formas de comunicación, intercambio de talento y aprendizaje abierto y compartido.
- Dar apoyo a proyectos que tengan retorno social y sean transformadores para un colectivo, para el barrio, para la ciudad de Barcelona o para el resto del mundo.
- Compartir los conocimientos generados en todos los procesos para aprovecharlos al máximo.
¿Qué es la fabricación digital?
Es la digitalización de los procesos de fabricación de un objeto mediante las nuevas tecnologías, como son la impresión 3D o el corte láser. Aunque la definición puede parecer simple, el término es mucho más amplio, ya que abarca desde la vertiente puramente técnica hasta el aspecto social.
La fabricación digital se transforma en una revolución que se basa en la idea de convertir la información en objetos, y los objetos en información, y permite elaborar cualquier cosa en casi cualquier lugar y en cualquier momento. Así pues, la fabricación digital es una realidad que ha llegado para quedarse y que, de una manera más directa o indirecta, está mejorando la vida de muchas personas.
¿Cómo funcionamos?
El servicio de ateneos de fabricación es público y gratuito, y está basado en un modelo de economía colaborativa, donde lo más importante es el uso y no la propiedad.
Son espacios abiertos a todo el mundo y el “precio” que hay que pagar para utilizarlos se llama contraprestación: un sistema de retorno social que la persona usuaria hace al ateneo, a las personas o a la ciudad, a cambio del apoyo que se le ha dado para realizar un proyecto.
La idea es funcionar sin la intervención de dinero, donde la moneda de cambio es el talento, la implicación, el tiempo y la participación de los usuarios y usuarias de los ateneos en beneficio de la comunidad. Supone, por lo tanto, un crecimiento exponencial de los recursos del ateneo, que genera actividades propuestas por las mismas personas.