Barcelona Llibres

Se trata de la colección de fotografías que reunió el conocido dibujante Josep Lluís Pellicer a lo largo de su trayectoria profesional, las cuales utilizaba para inspirarse en la confección de los dibujos e incluso como modelos a copiar.

La aparición de la fotografía fue un acontecimiento trascendental para la sociedad del siglo xix: cambió tanto la forma de percibir el mundo como la forma de representarlo. La voluntad de descubrir territorios hasta entonces difíciles de visitar, los cambios estéticos hacia la pintura naturalista y el uso de modelos humanos para el estudio del cuerpo comportaron la aparición de un nuevo trabajo en el ámbito fotográfico. Esta nueva especialidad nutría a los artistas de imágenes y modelos en los que podían inspirarse para trabajar desde el estudio.

El dibujante Josep Lluís Pellicer (1842-1901), ilustrador y cronista en varias revistas de la época coleccionó una cantidad considerable de fotografías que mostraban su mundo. Se sirvió de ellas en varias ocasiones e incluso las calcó para elaborar sus obras. Presentaban paisajes urbanos, rurales, aspectos etnográficos y militares, estudios del cuerpo humano, modelos vegetales y animales… Recopiló imágenes de temáticas muy diversas que hoy nos muestran el trabajo de fotógrafos especializados en las llamadas «fotografías del natural» o «fotografías para artistas». Los editores eran los encargados de comercializarlas y los artistas las adquirían en las librerías o casas de grabados como fuente de inspiración o modelo. Pellicer reunió una colección de más de un millar de copias fotográficas que aportan una visión particular de su época. Hablamos de un momento en el que la consolidación del procedimiento del negativo al colodión permitió una gran difusión de la imagen fotográfica. La investigación realizada a partir de las copias vintage ha permitido descubrir autores a menudo olvidados, cuya tarea era fotografiar «del natural».

La colección ingresó en el Archivo a través del fondo del polifacético Apel·les Mestres, amigo del dibujante. Tras la muerte de Pellicer, Mestres reunió muchas de sus fotografías, que más tarde llegaron por donación. El resto también llegó al Archivo por donación, en este caso, de la familia de Anna Martí (esposa de Pellicer). Las tareas de preservación e investigación vinculadas a estas copias de época nos han permitido ampliar conocimientos en cuanto a la forma de trabajar de muchos artistas y han alimentado la historia de la fotografía con contenidos ricos e interesantes.