Pere Falqués, un visionario que planificó la ciudad durante la época modernista
Presentación del libro 'Pere Falqués, l'arquitecte municipal de la Barcelona modernista', una coedición del Ayuntamiento de Barcelona con Àmbit Serveis Editorials, el 21 de enero, en la librería La Capell. En el acto, moderado por la arquitecta Marina Povedano, han participado Joan Molet, doctor en Geografía e Historia, especializado en historia de la arquitectura y autor del libro, y Maria Buhigas, arquitecta jefa del Ayuntamiento de Barcelona.
El objetivo de la publicación, elaborada a partir de fondos documentales poco estudiados en diferentes archivos barceloneses, así como en archivos estatales de Madrid, es otorgar al arquitecto el reconocimiento que merece y situarlo en el mapa de los grandes arquitectos que hicieron de Barcelona una ciudad de primer nivel. El libro explica los inicios de la carrera de Pere Falqués, así como su desarrollo y etapa final, revisitando su obra como arquitecto municipal, que abarca desde las poblaciones a ambos lados del río Besòs hasta la reforma del Gran Teatre del Liceu. También se analiza en profundidad su labor como arquitecto privado, contextualizando su legado en un periodo histórico que abarca desde las últimas décadas del siglo XIX hasta principios del XX, tanto desde el punto de vista arquitectónico como urbanístico.
Larga trayectoria como arquitecto municipal
Pere Falqués obtuvo su título de arquitecto en 1873, en un momento de gran actividad constructiva en el Eixample de Barcelona, en la que participó desde el principio. En 1874, consiguió el puesto de arquitecto municipal en el Ayuntamiento de Sant Andreu de Palomar, pero unos años después, en 1882, el colapso de la cúpula de la iglesia parroquial que él había construido lo llevó a dimitir del cargo. Posteriormente, trabajó como arquitecto municipal en Sant Martí de Provençals (1875-1889) y como arquitecto asesor en Badalona (1878-1890). Abandonó ambos cargos tras ganar la plaza de arquitecto municipal de Barcelona el 27 de diciembre de 1888. Además, fue secretario de la primera Junta Directiva de la Asociación de Arquitectos de Cataluña, y más tarde ocupó el cargo de presidente entre 1899 y 1900.
Lenguaje propio ecléctico
La obra de Pere Falqués, desarrollada entre 1876 y 1916, coincidió con un momento complejo de superación de los historicismos mediante el eclecticismo y el Modernismo. Su búsqueda de la modernidad lo llevó a desarrollar un lenguaje propio más cercano al primer movimiento que al segundo, al que solo se acercó tangencialmente en algunas obras, como los famosos faroles del Passeig de Gràcia o la Casa Bonaventura Ferrer. Sin embargo, la espectacularidad de las creaciones de sus colegas, muchas de las cuales pasaron por la aprobación de Falqués, ha hecho que el periodo y el contexto en los que trabajó este arquitecto se conozcan como la Barcelona modernista.
Vídeo de la presentación.
Más información
