Áreas para perros
Actualmente Barcelona cuenta con 116 áreas de perros: 46 áreas de recreo para perros (AEP) de más de 400 m2 y 70 áreas para perros (AP) de menos de 400 m2. En conjunto, la ciudad dispone de 45.900 m2 de áreas para perros distribuidas por todos los barrios de la ciudad.
Estas áreas están delimitadas, y en el interior hay bancos y papeleras de material no oxidable donde depositar los excrementos, así como fuentes diseñadas para que los perros puedan beber sin dificultades.
Junto a la portezuela de acceso hay letreros que informan de la obligación que tienen los propietarios de recoger los excrementos y de contribuir al mantenimiento del buen estado del espacio. En estos letreros también figuran las fechas de la desinfección. Las áreas de perros se limpian diariamente, y para evitar los malos olores y que se levante polvo, estos espacios se riegan de forma periódica. Por otra parte, cada mes se desinfectan, en horario nocturno, con un producto completamente inocuo que tiene propiedades bactericidas, fungicidas y viricidas.
En los últimos años se han creado varias áreas de esparcimiento de perros de más de 700 m2 con elementos de juego y fuentes. Actualmente, hay catorce en toda la ciudad.
Se pueden consultar todas las áreas para perros, así como los espacios para perros sueltos en determinadas franjas horarias en el mapa de localización que encontrarás en esta misma página.
Mantenimiento
El mantenimiento de los espacios destinados a los perros comprende actuaciones diversas con una frecuencia que depende de las necesidades de cada tarea específica.
Las áreas de perros se limpian diariamente, y para evitar los malos olores y que se levante polvo, estos espacios se riegan de forma periódica. Por otra parte, cada mes se desinfectan, en horario nocturno, con un producto completamente inocuo que tiene propiedades bactericidas, fungicidas y viricidas.
El mantenimiento de estos espacios también incluye los trabajos de jardinería que requieren las plantas que los ornamentan y el arreglo, cuando es necesario, del mobiliario urbano (bancos, papeleras y pictogramas). Semanalmente se realiza una inspección visual de cada espacio para detectar actuaciones necesarias.