La exposición, presente en el Castillo del 2 de marzo al 30 de junio del 2014, muestra un recorrido por el periodo de la posguerra a través de más de 250 documentos, entre gráficos, textuales, de hemeroteca y fotográficos, desde la entrada de las tropas franquistas a la ciudad, el 26 de enero de 1939, hasta el final del mandato del alcalde franquista Miquel Mateu i Pla, en 1945.
“Barcelona en posguerra, 1939-1945” es una revisión de los años más duros y oscuros de la ciudad en todo el siglo XX. Como el resto de Cataluña, la capital del país fue sometida a un régimen de ocupación y represión que, prácticamente, no tenía precedentes en la historia reciente. Los parámetros de actuación del nuevo poder se desplegaron a partir de tres grandes ejes: la españolización de la ciudadanía, la implantación de un fascismo a la española y el adoctrinamiento católico en su versión más integrista.
A partir del 26 de enero de 1939, la ciudad empezó a vivir una nueva etapa, hecha de misas de campaña, represión, fusilamientos y encarcelamientos, exaltaciones religiosas y españolización. El nuevo Ayuntamiento, dirigido por Miguel Mateu Pla, se apresuró, con máxima diligencia y espíritu de servicio a la dictadura, a limpiar la cara a la ciudad: la ruina de los bombardeos italianos y franquistas fue discretamente recogida; las grandes plazas y avenidas de la ciudad se convirtieron en altares al aire libre para mostrar la expiación y el arrepentimiento de la ciudad roja y separatista; se acogió con los brazos abiertos a los nuevos amigos —nazis alemanes, fascistas italianos, colaboracionistas franceses—; se pagaron todas las facturas de las visitas del conde fascista Galeazzo Ciano y, evidentemente, del Reichsführer Heinrich Himmler. De la mano de los gobernadores civiles —primero Wenceslao González Oliveros y después, Antonio Correa Véglison—, se españolizó todo lo que era posible: desde los rótulos comerciales hasta la Feria del Libro, desde la Fiesta de las Letras a las escuelas municipales. Hasta los nuevos planes de reforma urbana —la apertura de la llamada Avenida del Caudillo, la construcción del Barrio Gótico, etc.— se llevaban a cabo bajo los nuevos criterios ideológicos de la dictadura y partiendo, siempre, de la condena más absoluta y despiadada del pasado catalanista, democrático, obrerista y republicano de Barcelona.
La exposición «Barcelona en posguerra, 1939-1945» se ha construido a partir de los documentos (gráficos, textuales, de hemeroteca y fotográficos) cuidadosamente conservados en los centros del Archivo Municipal de Barcelona. Son materiales en parte inéditos y en parte muy poco vistos, que ofrecen una visión oficial pero al mismo tiempo real de lo que fueron los primeros años de la posguerra en la ciudad.
Francesc Vilanova i Vila-Abadal i Mireia Capdevila i Candell Fundació Carles Pi i Sunyer. Comisariado de la exposición.