El funicular de Montjuïc. La conquista de la montaña

La muestra ocupa la sala 20 del Castell de Montjuïc, organizada como el interior de un funicular, con los diferentes compartimentos, ventanas y bancos, donde se explica la historia de este medio de transporte. La idea de instalar un funicular en Montjuïc arranca con la modernización noucentista de Barcelona y con la planificación de la urbanización y ajardinamiento de la montaña de Montjuïc.

El funicular se concibe como transporte de ocio para poder acceder más fácilmente a Montjuïc, espacio de ocio para las barcelonesas de la época. El abogado Elies Rogent Massó y su familia, que ya habían participado en el impulso del funicular de Montserrat, idearon su construcción con motivo de la Exposición Internacional de 1929. El funicular se inaugura oficialmente el 24 de octubre de 1928, un año antes de la Exposición Internacional

A lo largo del siglo XX, el funicular pasa por períodos de éxito y degradación. Con la llegada de la democracia, en los años 80, Transportes Municipales de Barcelona, ​​que gestionaba el funicular como transporte municipal, decide conservarlo por su valor histórico y sentimental, manteniendo su primer tramo entre el Paralelo y Miramar . En 1991, se realiza una renovación integral y se convierte en transporte de los Juegos Olímpicos para acceder a los equipamientos deportivos de Montjuïc.