Centre Cívic Convent de Sant Agustí

Del gótico a la electrónica
Religioso, militar y civil: el edificio que ocupa el Centro Cívico Convent de Sant Agustí ha tenido casi todos los usos posibles (incluso albergó una panadería que abastecía la ciudad). El antiguo convento fue el centro del barrio de Sant Agustí Vell durante cerca de cuatrocientos años. El sitio de 1714 lo dejó en ruinas, pero ha renacido como centro de experimentación sonora y visual. Partes del recinto, entre las cuales un ala del claustro gótico del siglo xv, han quedado integradas en los edificios posteriores.
 
El nacimiento
La orden de los agustinos se estableció en el edificio de la actual calle del Comerç en el siglo xiv, gracias a la cesión de suelo de un particular, Jaume Basset, y a la compra posterior de solares vecinos.
La primera piedra se colocó en 1349 y, finalizada la iglesia, posteriormente se fueron construyendo, hasta el siglo xviii, el resto de dependencias, entre las cuales estaban el claustro, el convento y las capillas.
El estilo gótico y, en menor medida, el renacentista caracterizan el conjunto arquitectónico.
 
El pan salvador
La victoria de Felipe V en la Guerra de Sucesión marcó el destino del convento, que quedó seriamente maltrecho por los bombardeos del sitio de 1714. Buena parte de las edificaciones del barrio tuvieron que ser derribadas para construir la Ciutadella.
Los agustinos se trasladaron a la actual plaza de Sant Agustí, en la calle del Hospital, donde todavía está situada la iglesia del mismo nombre.
El antiguo convento, que estaba demasiado cerca de la fortaleza militar borbónica, también tendría que haber sido derruido, pero en 1738 el Ayuntamiento estableció una panadería municipal en aquellos terrenos, para proveer de pan a la ciudad, cosa que permitió salvar el edificio.
Las dependencias del convento que todavía seguían en pie, reformadas o reconstruidas, fueron destinadas a usos militares. Se estableció una caserna y, de 1752 a 1803, también la Real Academia de Matemáticas o Real Academia Militar.
 
De caserna militar a centro cívico
En el año 1987, la propiedad, hasta entonces militar, pasa a manos del Ayuntamiento de Barcelona, que compra el antiguo convento, en aquel momento recinto militar, recupera algunas estructuras medievales y utiliza parte del edificio como biblioteca del Museu d’Art de Catalunya.
Dos años más tarde, en 1989, el arquitecto Antoni de Moragas i Spa gana el concurso público para la rehabilitación del conjunto arquitectónico del convento. Una parte se inaugura en 1992, pero las obras continúan, en parte con fondos de la Comunidad Europea.
En 1993, se instala en el recinto el Archivo Fotográfico de Barcelona y, en 1995, un servicio de ocupación de Barcelona Activa; en 1997, el Museo del Chocolate y una escuela de pastelería y, en 1998, finalmente, se pone la primera piedra del Centro Cívico Convent de Sant Agustí.
Una última etapa de la restauración, entre 2009 y 2010, permite recuperar el espacio de las antiguas capillas del convento y la parte del claustro que todavía se conserva.
Actualmente, el Convent de Sant Agustí es un activo centro cívico centrado en la música y las manifestaciones artísticas relacionadas con las nuevas tecnologías.
El laboratorio de música electrónica es una de las piezas clave de un espacio que acoge muestras dedicadas a la experimentación sonora y visual y a la investigación de nuevos lenguajes artísticos, entre las cuales está la Muestra Sonora y Visual.