52 centros cívicos con propuestas culturales que no te puedes perder!

52 centros cívicos con propuestas culturales que no te puedes perder!

Centres Cívics

Centre Cívic La Sedeta

Pocas veces un edificio ha forjado el carácter de un vecindario como lo ha hecho La Sedeta

Oasis de ladrillo rojo en el Camp d'en Grassot, La Sedeta tiene una larga historia de lucha vecinal. Esta antigua fábrica textil ofrece hoy una vasta programación de talleres, teatro y actuaciones musicales, así como actividades de promoción de la cultura y los pueblos del Mediterráneo.

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  • Actividades
  • Historia
Contacto
Telèfon: 934 591 228
Carrer Sicília, 321
08025 Barcelona Barcelona
Spain
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Horarios

De lunes a viernes, de 8.30 a 21 h. 
Agosto: cerrado. 

La llista inclou totes les activitats que consten a la base de dades de l’Ajuntament, puntualment pot ser que alguna activitat no hi aparegui. Pots consultar directament la web del centre:
92086004419

Tejiendo el futuro
La Sedeta es un ejemplo de arquitectura industrial de principios del siglo xx, pero también del poder y las posibilidades del movimiento vecinal en la Barcelona de los años setenta. Una antigua fábrica textil edificada hacia 1900 se convirtió, gracias a la lucha de los vecinos del Camp d’en Grassot, en un gran dinamizador de la vida del barrio y del distrito, uno de esos espacios donde se teje el futuro de una ciudad.
 
Una fábrica en el Ensanche
A finales del siglo xix, se creó Pujol y Casacuberta Sociedad en Comandita, con sede en la calle de Ausiàs Marc, dedicada a la fabricación de tejidos de lana y algodón. Hacia 1900, la compañía iniciaba la construcción de una nueva fábrica en el barrio del Camp d’en Grassot. Unas instalaciones que se irían expandiendo en los años 1910 y 1913, a medida que la empresa crecía.
Josep Pujol, gerente y fundador de la sociedad, la abandonaba en 1918 y la dejaba en manos de su socio, Salvador Casacuberta.
 
Una apuesta por la seda
En 1919, se añadieron, a los telares de lana y algodón, doce máquinas de hilar seda. Este hecho marcará el futuro de la fábrica, que crecerá y se concentrará en la producción de este tejido y que, a finales de los años veinte, dará empleo ya a cerca de seiscientos trabajadores. Por aquel entonces, la empresa era conocida popularmente con el nombre de «La Sedeta».
La fábrica viviría uno de sus momentos de máximo auge cuando, en 1928, el arquitecto Francesc Folguera i Grassi recibió el encargo de realizar una nueva ampliación y construyó unos bajos con fachada al pasaje de Llavallol, adecuando también tres naves, que daban a la calle de Sant Antoni Maria Claret.
Salvador Casacuberta muere en 1941 y su hermana Josepa le sustituye al frente de la empresa, que poco después pasará a llamarse Manufacturas Textiles S. Casacuberta, SA, e inicia un período de fuerte expansión.
 
La fábrica se traslada
En las décadas de los sesenta y setenta, los cambios que se producen en el sector textil afectan seriamente a la compañía, que pasa de tener un millar de trabajadores —y en algún momento hasta dos mil, ya que, en función de la demanda, traía obreros de la factoría que tenía en Badalona— a solamente una tercera parte. A finales de los años setenta, la producción se traslada a Sant Vicenç de Castellet.
Los vecinos de la zona reclamaban ya en aquella época que se ubicaran equipamientos sociales en el recinto fabril. La revisión del Plan urbanístico comarcal de 1953, realizada en 1974, así lo estableció, pero al año siguiente los terrenos fueron desafectados y declarados edificables. Los vecinos, sin embargo, iniciaron una campaña de movilizaciones y, a finales de 1975, habían reunido 30.000 impugnaciones contra el plan urbanístico.
La Caja de Ahorros de la Diputación compró la fábrica en 1976; proyectaba demolerla y levantar un edificio de ocho plantas con 260 viviendas.
 
Los frutos de una larga lucha
El movimiento vecinal que reclamaba que La Sedeta se transformase en equipamientos para el barrio era fuerte y estaba organizado, pero no consiguió impedir que, en 1978, se derribase la chimenea de la antigua fábrica. Las manifestaciones vecinales se intensificaron hasta el punto en que la demolición debió suspenderse. Finalmente, en noviembre de 1978, la entidad propietaria vendía La Sedeta al Ayuntamiento de Barcelona por 150 millones de pesetas.
La Sedeta se convertiría así en un equipamiento ciudadano. El proyecto de rehabilitación, firmado por los arquitectos Pere Giol, Ricard Fayos y Ferran y Xavier Llistosella, mantenía la estructura general, reformando solamente los espacios en mal estado. Las partes exteriores se transformaron en patio escolar y plaza pública. Además, se conservaron las fachadas de la antigua fábrica en las calles de la Indústria y de Sicília (exceptuando la parte de la escuela, que es de nueva construcción, porque la Caja de Ahorros de la Diputación ya había iniciado el derribo para construir viviendas). La fachada de la calle de Sant Antoni Maria Claret asumió la función de frontis del anfiteatro y de la plaza pública.
 
Nace el Centro Cívico
En 1982 y en 1983, se inauguraron los centros de enseñanza que forman parte del complejo (la escuela La Sedeta y el instituto de bachillerato La Sedeta) y, en 1985, nació el Centro Cívico La Sedeta, que ocupa 4.000 m2 de la antigua fábrica.
Aunque su programación incluye actividades muy variadas y para todas las edades, el Centro Cívico La Sedeta muestra un interés especial por el Mediterráneo y por la difusión de la cultura de los pueblos y ciudades que lo constituyen. 
Además, en 2013, se inició el proyecto Recuperemos la memoria de La Sedeta, dedicado a recordar sus orígenes (a través de entrevistas a antiguos trabajadores y trabajadoras) y a mantener viva la relación que muchos vecinos y vecinas, y sus parientes, tuvieron con la antigua fábrica.