La ciudad narrada

A lo largo de la historia, centenares de escritores han escrito sobre Barcelona: Miguel de Cervantes la alabó como a ninguna otra ciudad, George Orwell la convirtió en un icono de la rebelión y Mercè Rodoreda la hizo escenario de La plaza del diamante, la novela que Gabriel García Márquez calificó como “la más bella que se ha publicado en España después de la guerra civil”.

En Barcelona hay 10 distritos y 73 barrios: todos han sido, son o pueden ser escenario literario. Busca los fragmentos que hablan de tu barrio predilecto!

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Gòtic
Antigua librería Canuda (Cementerio de los libros viejos)

Carlos RUIZ ZAFÓN, fragmento de La sombra del viento. (2001)

“Un secreto vale lo que valen aquellos a quienes los tenemos que ocultar. Cuando me desperté, mi primer impulso fue el de compartir la existencia del Cementerio de los Libros Olvidados con mi mejor amigo. Tomás Aguilar era un compañero de estudios que se dedicaba en su tiempo libre y su talento a la invención de artefactos altamente ingeniosos pero de escasa o nula aplicación práctica, como un dardo aerostático o la peonza dinamo. No había nadie mejor que Tomás para compartir aquel secreto. Soñando despierto me imaginaba a mí y a mi amigo Tomás provistos los dos con linternas y brújula y dispuestos a desvelar los oscuros misterios de aquellas catacumbas bibliográficas. Pero una vez recordando mi promesa, vi claro que las circunstancias aconsejaban seguir lo que las novelas de intriga policíaca llamaban el modus operando. Al mediodía, abordé a mi padre para preguntarle sobre aquel libro y el tal Julià Carax, que en su entusiasmo había imaginado célebres alrededor del mundo. Me quedé chocado en descubrir que mi padre, librero de los pies a la cabeza y ben conocedor de los catálogos editoriales, no había oído a hablar jamás ni de la Sombra del viento ni de Julià de Carax. Intrigado, mi padre inspeccionó la página con los datos de la edición. […] Antes del amanecer, llevando solo una luz de aceite, me adentré una vez más en el Cementerio de los Libros Olvidados. Cuando lo hacía, me imaginaba la hija de Isaac pasando por aquellos mismos pasillos oscuros e inacabables con la misma determinación que la que me guiaba a mí: salvar el libro. Al principio, pensé que aún acordaría de la ruta que había hecho en mi primera visita en aquel lugar, de la mano de mi padre, pero muy temprano me di cuenta que los recodos del laberinto doblaban los pasillos en volutas que era imposible recordar. Hasta tres veces, intenté seguir el camino que me pensaba tenía memorizado, y por tres veces el laberinto me devolvió al punto de partida.”

Pedralbes
Avinguda Pearson

Carlos RUIZ ZAFÓN, fragmento de La sombra del viento. (2001)

“Cada mañana, a las siete en punto, Fermín nos esperaba a la puerta de la librería, con presencia impecable y una sonrisa eterna en los labios, dispuesto a trabajar una jornada de más horas sin pausa. Había descubierto una pasión por el chocolate y los brazos de gitanos que no le retraía de su entusiasmo por los grandes de la tragedia griega, de manera que se había engordado un poco. Lucía un afeitado de señorito, se peinaba el pelo hacia atrás con brillantina y se estaba dejando un bigote de lápiz para estar a la moda. Al cabo de treinta días de emerger de aquella bañera, el ex vagabundo resultaba irreconocible. Pero a pesar de la espectacularidad de su transformación, lo que realmente nos había dejado boquiabiertos era su agilidad en el campo de batalla. Sus instintos detectivescos, que yo había atribuido a fabulaciones febriles, eran de una precisión quirúrgica. Cuando llegaban a sus manos, los pedidos más extraños se resolvían en tres días, y hasta en horas. No había título que no conociera, ni argucia para conseguirlo que no se le acudía para adquirir a buen precio. Se escabullía en las bibliotecas particulares de duquesas de la avenida Pearson y diletantes del Círculo Ecuestre a base de verborrea, siempre asumiendo identidades ficticias…”

El Camp d’en Grassot-Gràcia Nova
Calle Camèlies

Mercè RODOREDA, El carrer de les Camèlies (1966)

“Em van deixar en el carrer de les Camèlies, al peu d’un reixat de jardí, i el vigilant em va trobar a la matinada. Els senyors d’aquella casa em van voler, però de moment diu que no sabien què fer: si quedar-se’m o donar-me a les monges. De la manera que vaig riure els vaig enamorar i com que ja eren grans i no tenien fills em van recollir. Una veïna va dir que potser el meu pare era un criminal i que quedar-se una criatura desconeguda era molta responsabilitat. El senyor va deixar que les dones parlessin, em va agafar, bruta com anava i amb el paper encara enganxat al pit, i em va dur a mirar les flors: mira els clavells, diuen que deia, mira les roses, mira, mira. Perquè era la primavera i tot estava florit.”

El Camp de l’Arpa del Clot
Carrer de Rogent

Antonio RABINAD, Memento mori (1989)

“‘El lunes no se trabaja, el lunes no se trabaja...’, como el tam tam del Hombre Enmascarado la consigna se esparció por la ciudad. Sin embargo, pese a los rumores, las octavillas y las llamadas telefónicas (Arriba España, aquí la CNS..., le comunicamos que el lunes día 12 no se trabaja), la gente acudió al trabajo como siempre; se detenía en la puerta, remolona, cambiaba impresiones...”

El Putxet i Farró
Casa de Clementina Arderiu y Carles Riba

Carles RIBA, Obres completes

 “Tu apareixes. No la roja meravella / que per damunt ma galta fa un súbit llengoteig, / no el tremolor que ajup l’envanida parpella / i la paraula forta es derna en balbuceig...”

Antiga Esquerra de l’Eixample
Casa familiar de Josep Maria Espinàs

Tomàs ROIG i LLOP, Noves siluetes epigramàtiques (1971)

“Ara gras, ara prim, amb la mirada un xic esbarriada i uns nervis que li fan ballar el bigoti. Intrèpid pintor literari de paisatges urbans i rurals, i de la vida dels camionistes. Peoner de la cançó catalana, ha exaltat Georges Brassens i ha teixit ironies amb les cordes de la seva guitarra fidel i popular. Puntual a totes les cites de la sensibilitat catalana, sota el lema de “És perillós fer-se esperar.”

El Putxet i Farró
Casa familiar de Mercè Rodoreda

Mercè RODOREDA, Autoretrat (2008)

“Vaig néixer al carrer de París, a les dotze del matí del 10 d’octubre del 1909 (encara que molts ho dubtin i pocs s’ho creguin), un dissabte, però immediatament vam venir a viure al barri de Sant Gervasi. Filla única, els meus orígens els he oblidat una mica, però en fi... El meu pare era de Terrassa, terrassenc. La meva mare era valenciana per pura casualitat. Va néixer al Brunyol, però perquè els seus pares hi van passar una temporada. El meu avi era de Premià de Mar. Em sembla que encara existeix, convertida en torre, l’antiga masia familiar.”

Gòtic
Catedral

Carlos RUIZ ZAFÓN, fragmento de La sombra del viento. (2001)

“Antoni Fortuny, a quien todo el mundo llamaba el sombrerero, había conocido Sophie Carax en 1899 delante de las escaleras de la catedral de Barcelona. Iba a hacer una promesa a San Eustaquio, que, de todos los santos con capilla particular, tenía fama de ser el más diligente y el menos melindroso a la hora de conceder milagros de amor. Antoni Fortuny, que había cumplido los treinta años y que estaba harto y hasta las narices, de su soltería, quería una esposa y la quería cuanto antes mejor. Sophie era una mujer francesa que vivía en una residencia para señoritas de la calle Riera Alta y que impartía clases de solfeo y de piano a los renacuajos de las familias más privilegiadas de Barcelona. No tenía familia ni patrimonio pero contaba con su juventud y una formación música que su padre, pianista de un teatro de Nimes, le había podido dar antes de morir de tuberculosis en 1886.”

El Turó de la Peira
Cima de la colina de la Peira

Montserrat ROIG, “De quan ens crèiem els fills del sol”, artículo publicado en L'Avenç, número 20, octubre 1979

“Després de la manifestació del dia trenta d’abril, que ens havia deixat sense esma, per allò de les corredisses, els brams i la por, es va convocar la concentració del Primer de Maig al Turó de la Peira. A mig matí hi vaig anar amb el que aleshores era el meu marit, dos amics i una noia, la nòvia d’un dels líders més importants de l’SDEUB, que feia el servei militar, en qualitat de castigat, a Sidi Ifni. Vam arribar primer a la plaça d’Eivissa, on vam trobar molt poca gent. Algú ens va dir que hi havia escaramusses i enfrontaments amb la policia a l’altra banda del Turó. Vaig començar a sentir la primera sensació física de la por: fred a l’espinada i un buit a l’estómac. (...) Aviat va arribar una nova consigna: ens tornaríem a concentrar a les quatre de la tarda dalt del Turó.”

Antiga Esquerra de l’Eixample
Consell de Cent

Rosa REGÀS, fragmento d’Azul (1994)

“Cuando pensaba en esos paseos no era capaz de saber si fueron tantos o unos pocos y no acertaba tampoco la memoria porque la mañana invernal y clara de la ciudad no casaba con las hojas incipientes en la calle de Consejo de Ciento o con las gotas de humedad que vibraban en el haz de luz de las farolas a las cinco de la tarde, y sólo veía imágenes superpuestas sin lograr más que una secuencia entera con un único epílogo: la vuelta a casa una vez terminado el día y perdida la esperanza para ese hoy que se escurría en el amanecer y en la soledad de su cama colonial.”