Los ganadores del concurso para el diseño del pabellón fueron Fàbric y Santiago de León, con su propuesta “Espacio publicado”. El proyecto plantea formalizar una gran plaza, un lugar de encuentro como reivindicación del espacio público barcelonés, un vacío rodeado de fachadas porticadas que evocan la arquitectura tradicional de nuestra ciudad, nuestra plaza Real o nuestra plaza de Vicenç Martorell. A través de elementos simbólicos como bancos, árboles, farolas y puestos efímeros , se crea una atmósfera urbana reconocible y acogedora. 

El pabellón se protege del caos propio de un entorno ferial mediante un perímetro edificado con pórticos modulares que canaliza los recorridos principales de la feria a través de la plaza y permite que haya recorridos secundarios alrededor. La multiplicidad de objetos y ruidos quedan fuera del ámbito del pabellón, que busca una imagen sobria y sencilla en la que se reconozca una identidad barcelonesa.

Con una estructura edificada pero permeable, sencilla pero simbólica, “Espacio publicado” pretende constituir, en medio de un recinto ferial, un espacio público con evocaciones de nuestro emblema literario más singular, Sant Jordi, y ofrecer un lugar para la experiencia colectiva y el diálogo entre ciudad, literatura y arquitectura.

El pabellón incluirá dos espacios destacados: para empezar, un auditorio para 120 personas, donde tendrá lugar una parte muy importante del programa literario y profesional de Barcelona. Y las personas visitantes también encontrarán una gran librería donde se venderán un total de 10.000 libros vinculados de alguna manera a la ciudad.