Ciutat Vella es un distrito que concentra muchas actividades y atrae a gente tanto del resto de la ciudad como de todo el mundo, hecho que ha generado una demanda de residencia turística creciente. Por este motivo, los vecinos y vecinas se ven afectados y reciben un impacto negativo en su salud y economía.

Actualmente, disponemos del Plan especial urbanístico de ordenación de las actividades de pública concurrencia, comercios alimentarios, servicios turísticos y otras actividades, más conocido como el Plan de Usos, con el objetivo de regular las actividades que tienen lugar en los establecimientos de la ciudad, abiertos a todo el mundo, y que ofrecen servicios o productos.

El Plan de Usos busca equilibrar los usos urbanos con la regulación de las actividades de pública concurrencia y otros, teniendo en cuenta las repercusiones que tienen en el tejido residencial. Se trata de un documento que persigue el mantenimiento de la habitabilidad de Ciutat Vella y la calidad de vida de los vecinos y vecinas.

Ciutat Vella fue el distrito pionero en redactar el primer plan de usos de la ciudad, en 1992, y desde entonces se ha ido revisando para actualizarlo en función de las nuevas realidades, siempre con el objetivo de mantener un equilibrio sostenible entre la actividad económica y los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas.

El Plan de uso 2018 pone en el centro el bienestar y la buena convivencia de los vecinos y vecinas, en lugar de centrarse exclusivamente en la regulación de la actividad comercial. Sus objetivos principales son los siguientes:

1. Mejorar el equilibrio entre las necesidades de los residentes y el mantenimiento de la actividad comercial.
2. Ordenar y limitar las actividades que generan consecuencias negativas.
3. Potenciar las actividades económicas que ayuden a dinamizar el entorno.
4. Favorecer la diversidad económica y comercial de todos los barrios.
5. Alcanzar una mayor precisión en la regulación de los establecimientos, parcela a parcela y edificio a edificio.
6. Permitir la implantación o restricción de actividades en función de si el tejido urbano lo admite o no, con el objetivo de garantizar la mezcla de actividades y servicios.
7. Asegurar la comprensión de los instrumentos normativos por parte de todos los agentes.
8. Crear una herramienta de control de la evolución comercial y ambiental en el medio urbano.

Con el Plan de usos 2018, el distrito se trata como una unidad única (salvo la Rambla y el Puerto). Ahora no se tiene en cuenta el número de establecimientos, sino que se marca una serie de metros cuadrados dedicados a las actividades y las condiciones necesarias que deben cumplir las nuevas actividades, que, además, se dividen en dos grandes grupos en función de su impacto nocturno.

Los establecimientos culturales, espectáculos sin impacto acústico y el comercio de proximidad tienen condiciones más flexibles y se favorece su implantación en el territorio. En cambio, no se permite la apertura de nuevos establecimientos vinculados al ocio nocturno (discotecas, salas de fiestas, bingos, casinos, salas recreativas, locutorios, karaokes…) ni establecimientos de servicios turísticos.

Los nuevos establecimientos están condicionados por los siguientes parámetros:

> Densidad: A partir de la aplicación de dos nuevos radios de densidad, en función del tipo de actividad y de su impacto nocturno, se ofrece un control más preciso tanto sobre la saturación como en la dimensión de las actividades, y se garantiza que no se produzcan concentraciones de determinadas actividades en algunas calles.

> Superficie máxima: Para adecuar los requerimientos de superficie de algunas actividades a la estructura urbana, mantener la mezcla de usos y controlar el impacto sobre el espacio público de determinados establecimientos de gran dimensión, se establece un parámetro de superficie máxima del establecimiento.

> Edificio vulnerable: En ámbitos de vulnerabilidad residencial extrema y acusada en los que la implantación de las actividades puede tener un mayor impacto, se introduce la condición de edificio vulnerable, y la implantación de las actividades quedará condicionada a la existencia del certificado de idoneidad técnica del edificio.

> Anchura de la vía: Regulación de algunas actividades en función del nivel de tolerancia de la calle de acuerdo con su anchura.
 

Infórmate en la Oficina de Atención a las Empresas (OAE):
Dirección: Calle de Roc Boronat, 117
Teléfono: 93 320 96 00
Web: empreses.barcelonactiva.cat

Horario de atención
De lunes a jueves, de 8.30 a 18.00
Viernes: de 8.30 a 14.30

El Plan de usos de la Rambla es una modificación del Plan de usos que regula específicamente el ámbito 5B del plan, es decir, el ámbito que corresponde a la Rambla (que incluye la plaza Reial y la plaza de Sant Josep de la Boqueria), y que se aprobó definitivamente en diciembre de 2014.

Con esta regulación específica se quiere fomentar la implantación de tiendas de las industrias culturales, así como restringir y limitar las actividades hoteleras, de restauración y de ocio nocturno, de las que ya hay una gran saturación en el paseo.

Además, este plan también quiere fomentar la calidad de las actividades de restauración, a la vez que limita la implantación de nuevos comercios alimentarios y las viviendas de uso turístico.