Crear muebles a partir de la economía circular y con un proyecto social: L’Estoc

“La trayectoria de l’Estoc es para sentirse orgullosos. Difícilmente vendrán tiempos peores. En el camino de un emprendedor y de un proyecto joven tienes que superar muchos retos, y haberlo hecho te da mucha fuerza”.  Lo dice Jordi Mayals, gerente de esta pequeña cooperativa creada en el 2012, dedicada a diseñar y fabricar mobiliario a partir del reciclaje de materiales, principalmente madera, y que da trabajo a personas con diversidad funcional. Un negocio que ahora tiene el objetivo de alcanzar su consolidación, con una cartera de clientes estable.

L’Estoc está constituido por cinco socios. En la cooperativa se diseñan y se fabrican sofás, mesas, sillas, espejos y estanterías, entre otras piezas de mobiliario, con la madera procedente de palés o bobinas de cableado, por ejemplo. El hecho de participar y promover una economía circular, con la que se les da una nueva vida a viejos objetos, así como el valor añadido social que aporta la inclusión en el mercado laboral de personas con discapacidad, le hizo merecer el galardón al comercio sostenible de la última edición del Premio Comercio Barcelona.

También es un negocio, como subraya Mayals, y a L’Estoc le interesa seguir avanzando “haciendo las cosas de otra manera”, desde la óptica de la economía circular, del consumo responsable, pero también desde la visión de que el suyo es un proyecto social que se quiere potenciar. Los retos son continuos.

Clientes a gusto con el mobiliario

Además de crear muebles, también ofrecen servicios, ya que organizan talleres para empresas o para particulares interesados en la restauración. La sala de muestras está en el mismo taller, y los clientes pueden elegir el modelo de estantería que más les gusta, además de lo que hay en la oferta del catálogo. También trabajan para empresas que les encargan muebles de oficina, y la opinión que expresan es muy positiva, según se desprende de los informes que reciben: “Los que trabajan con nuestros muebles dicen que se encuentran muy a gusto con nuestras mesas. Eso lo transmiten los materiales y quien lo ha hecho”, destaca Mayals.

La idea de practicar un consumo responsable está cada vez más extendida entre los consumidores, más informados sobre el origen de los productos gracias al uso de la tecnología. Sin embargo, el gerente de la cooperativa considera que el consumo responsable es un concepto incipiente. Los consumidores se preocupan por conocer el origen de los productos que compran, aunque Mayals apunta que también es importante que el producto guste. “Si, además, resulta que el producto tiene un contenido, como es nuestro caso, eso ayuda a la venta y a fidelizar a los clientes, con transparencia”, añade. “Eso es un hecho que no tiene marcha atrás”. La asociación Solidança, uno de sus clientes, que vende ropa de segunda mano, les ha encargado la fabricación de escaparates para sus tiendas.

La creatividad es clave

Más allá de modas y gustos, los trabajadores de la cooperativa L’Estoc tienen siempre en cuenta la creatividad como una de las ideas clave. Es un hecho inherente, sostiene el gerente, motivo por el cual se convierte en un reto permanente: “Si no hubiera, L’Estoc decaería. Nos ha hecho nacer y crecer, y tiene mucho impacto en todo lo que hacemos”.

Las tareas que se hacen en L’Estoc a la hora de crear muebles son principalmente de carácter artesanal. Pulir, decapar, montar, pintar y barnizar son algunas de las tareas que hacen los trabajadores y los estudiantes de las escuelas de carpintería que participan (Sant Miquel, de Sant Feliu de Llobregat, y Montserrat, de Barcelona). Lo más positivo de la actividad laboral que hace L’Estoc es, según Mayals, que encaja con las capacidades de las personas que trabajan en él y, así, la motivación de los trabajadores es muy alta: “Lo sienten muy suyo”.