Libros y vecinos hacen crecer La Carbonera

Cuándo

2/10/2018

“¿Puertas abiertas? ¡Tenemos los brazos abiertos! A todos quienes han llamado a la puerta de la librería les hemos dicho: ‘¡Venid y hagamos cosas!’”.  Quien así se expresa es Carlota Freixenet, que, junto con Mar Redondo y Aitor Moreno, forman la cooperativa que gestiona la librería del Poble-sec La Carbonera (Blai, 40). Los tres se conocieron en la feria Literal, dedicada a las ideas y libros radicales. De sus coincidencias y aspiraciones surgió la idea de crear su proyecto profesional: una librería. El próximo 28 de octubre se cumplirá un año.

Como la calle donde está situada La Carbonera es solamente para peatones, el tránsito de personas arriba y abajo es generoso. Debe su nombre al almacén de carbón que había originariamente en el local que ocupa y destaca entre los muchos bares y restaurantes de la calle, que, en su gran mayoría, compiten para atraer clientes con una sorprendente variedad de pinchos alineados en las barras. “Los vecinos se pusieron muy contentos cuando les dijimos que abriríamos una librería, ya que pensaban que sería otro bar”, apunta Carlota, que sostiene que escogieron el barrio porque hacía tiempo, más de veinte años, que necesitaba una librería.

Una vez que abrieron las puertas, empezaron a construir relaciones con el barrio: con los diables y los castellers, los centros cívicos, otras cooperativas como la librería Raposa o La Lleteria, la plataforma Som Paral·lel, el Centro de Investigación Histórica del Poble-sec y, por supuesto, las bibliotecas, en concreto, la Sant Antoni-Joan Oliver y la Francesc Boix, a dos pasos y con la que hoy comparten un club de lectura. De hecho, los castellers, por lo que cuenta Carlota, ya han hecho suya la librería como punto de encuentro. Complicidades.

Estreno con el proyecto "El comercio y las escuelas"

En el local de Blai, 40, la librería se abre a los vecinos para que puedan debatir sobre el barrio, apunta Mar. También se relacionan con las escuelas y reciben la visita de alumnos, tanto pequeños como adolescentes. Para el actual nuevo curso, se estrenan con el proyecto educativo “El comercio y las escuelas”, que invita a los chicos y las chicas a descubrir la ciudad a través del comercio de proximidad.

Con el crecimiento, es habitual que llegue el momento del estirón. Y eso es lo que han hecho. El jueves, 4 de octubre, se estrenan en la Sala Apolo, donde organizan la presentación del libro “La gestió del caos”,, de Aleix Salvans, en la sala 3. Cuando el espacio de La Carbonera se queda pequeño, se amplían los horizontes al otro lado del Paral·lel.

Cruzar la avenida, tanto desde Sant Antoni como desde el Poble-sec, al otro lado, es un pequeño gran paso, porque rompe con el tópico barcelonés de la alejada relación entre los dos barrios vecinos.

Un ‘ring’ de poesía

A lo largo del año, La Carbonera organiza actividades cada semana: algunas son presentaciones literarias; otras, lecturas promovidas por los diferentes clubes que han abierto; y también las hay en las que se da el salto a la prosa. Hace unos meses, la librería organizó un animado ring de poesía, con una gran participación de público. El feminismo ha sido un eje en muchas de las actividades. Por convicción, como señalan Carlota y Mar.

En cuanto a libros vendidos, han descubierto que los infantiles se venden más regularmente de lo que pensaban, que la narrativa tiene más peso que el ensayo y que la poesía despierta más interés del que imaginaban.

Ahora, ultiman los preparativos de las actividades que habrá en los próximos meses, donde no faltarán los vermús dominicales, que van camino de convertirse en un clásico con gran poder de convocatoria. Mar afirma que los domingos por la mañana, quizás porque evocan un gran momento de relajación, los autores a los que invitan aceptan participar de mejor grado. Los lunes, que tradicionalmente son duros de digerir, la librería está cerrada. Una estrategia que les funciona, entendiendo la librería como un espacio que va más allá de vender libros, que es un lugar para que la cultura, palabra de considerables acepciones, tenga el protagonismo que se desee.