Estrategia de refuerzo y proyección del comercio en Barcelona 2017-2019

El comercio siempre ha sido y seguirá siendo un sector estratégico para las ciudades, puesto que es una pieza clave de la actividad económica, de la configuración del espacio urbano y de la integración social.

La actividad comercial determina la vitalidad económica de las zonas urbanas como generadora y distribuidora de riqueza y empleo. Para nuestra economía local, representa unos valores económicos muy significativos: en el cuarto trimestre del 2016, el comercio de la ciudad se posicionó con 149.500 trabajadores y más de 16.000 empresas con asalariados. Estos datos representan, respectivamente, el 14,5 % y el 21,9 % del empleo y del tejido empresarial de la ciudad y generan cerca del 15 % del PIB (2015) de Barcelona.

En la mayoría de los barrios que configuran Barcelona, la ciudad disfruta de una trama urbana compacta, susceptible de generar espacios de usos heterogéneos, que impactan de forma decisiva sobre el comercio de proximidad. Un comercio que constituye un elemento determinante para la cohesión y la integración social, basado en la equidad y la igualdad de oportunidades, esencial para configurar distritos y barrios con identidad propia, actividades singulares y culturalmente diversas, calles y plazas públicas como espacios de relaciones vecinales, mercados como agentes catalizadores de los barrios... En definitiva, el comercio va más allá de su consideración como un sector económico estratégico: el comercio hace ciudad.

Desde el ámbito de comercio del Ayuntamiento de Barcelona, ya se ha estado trabajando en la mayoría de los objetivos que se concretan y desarrollan en esta medida de gobierno desde diferentes perspectivas. En primer lugar, promoviendo una corresponsabilidad compartida con los agentes representativos del sector, susceptible de avanzar en la construcción conjunta del modelo comercial de la ciudad. En segundo lugar, pensando en barrios capaces de satisfacer los usos ciudadanos y, entre estos, los usos de la compra combinada con el ocio u otros usos sociales. En tercer lugar, avanzando con un tratamiento integral de la movilidad, el diseño urbano, la accesibilidad, la seguridad y la gestión de servicios públicos y privados, que doten a los diez distritos y los 73 barrios de Barcelona de personalidad, identidad y atractivos para compartir. Será precisamente en estos entornos donde nuestro comercio de proximidad pueda crear negocios innovadores, sostenibles e integrados en una trama urbana, física o digital. En cuarto lugar, consideramos fundamental facilitar desde el Ayuntamiento instrumentos dirigidos a mejorar la competitividad comercial para hacer frente a los retos que el comercio tiene en un mundo globalizado y digital. En quinto y último lugar, también queremos trabajar el fortalecimiento del sector comercial acompañando la transformación del modelo asociativo de las entidades comerciales, porque de ellas depende la existencia de un liderazgo transformador, innovador y competitivo.

Nuestro compromiso es avanzar hacia una ciudad singular, sostenible y atractiva, en la que el comercio, el desarrollo urbano y la calidad de vida ciudadana formen una unión inseparable. Con este compromiso, se presentan las ocho líneas estratégicas y 43 medidas para concretar la estrategia de refuerzo y proyección del comercio en Barcelona (proximidad, inmersión digital, profesionalización, asociacionismo, APEU).