8M: el comercio de proximidad de Barcelona tiene nombre de mujer

08/03/2021 - 08:17 h

COMERCIO. En Barcelona, el 58 % de las 145.000 personas que trabajan en el sector comercial son mujeres. En cambio, tan solo regentan el 45,9 % de los establecimientos comerciales de la ciudad.

Victoria hace años que se levanta temprano. Sabe que a las ocho y cuarto de la mañana debe tenerlo todo a punto para atender a los centenares de clientes que entrarán por la puerta de la charcutería Sicart, uno de los establecimientos más emblemáticos del Eje Gran de Gràcia. Ya hace 25 años que se mueve detrás del mostrador, pero aún conserva la ilusión del primer día. “El mejor momento de la jornada es cuando llenamos las vitrinas con productos recién hechos y nos preparamos para atender a nuestra clientela”, explica. En la calle Gran de Sant Andreu, Carme también madruga. A las nueve en punto sube la persiana de la Farmacia Castellanos, fundada en 1937. “Siempre hemos procurado ayudar a la gente del barrio”, apunta la encargada del negocio. “Ahora, con la COVID-19, todo el mundo está viviendo momentos duros y difíciles, y queremos que sientan que estamos a su lado”, dice con determinación. Mientras tanto, en la peluquería Luxciti, Isabel asesora a una pareja joven que ya conoce desde hace tiempo; en la tienda de ropa Festuk, Gemma decora el escaparate con los nuevos modelos de temporada, y en el taller mecánico Santa Madrona, Margarita se sienta frente al ordenador y repasa las facturas del último mes.

Como ellas, miles de mujeres llenan de vida la ciudad detrás de un mostrador. “En Barcelona, el 58 % de las 145.000 personas que trabajan en el sector comercial son mujeres”, detallaba recientemente Montserrat Ballarín, concejala de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interior y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona, en un ciclo de jornadas sobre liderazgo femenino organizado por el consistorio. También son las almas de muchos mercados municipales, son mayoría en las formaciones que organiza Barcelona Activa enfocadas a fortalecer el comercio de proximidad y suelen ganar los premios que distinguen las propuestas comerciales innovadoras y sostenibles de la ciudad. Además, ocupan puestos de responsabilidad: en la Dirección de Servicios de Comercio, Restauración y Consumo, el 62 % de las personas que allí trabajan son mujeres. “Hablar de comercio es hablar de mujeres, y apostar por ello es fomentar el empleo femenino”, apuntaba Ballarín en su discurso.

Aun así, a pesar de ser mayoría tras los mostradores, las estadísticas se dan la vuelta cuando se analiza quién ostenta la propiedad de los comercios. En el 2019, solo el 45,9 % tenían una propietaria. Al mismo tiempo, tan solo 2 de cada 10 presidencias de los ejes y asociaciones comerciales de Barcelona recaen sobre una mujer, mientras que en tareas de dinamización tienen una gran presencia. “Son cifras que deben mejorarse”, reconocía la concejala.

“Las mujeres no estáis hechas para trabajar”: experiencias detrás de los mostradores

Aunque los datos demuestran que las mujeres son mayoría en los comercios de la ciudad, aún hay personas que se sorprenden cuando las ven detrás de un mostrador, especialmente en negocios tradicionalmente masculinizados. En la calle de Sepúlveda, uno de los puntos de la ciudad donde se concentran más tiendas de informática y de componentes de electrónica, Ana María atiende cada día a los clientes que entran en Traxtore, la tienda que regenta desde hace 10 años. Cogió las riendas el día que su madre se jubiló y, desde entonces, Traxtore se ha convertido en una de las pocas tiendas de informática de la zona gestionadas por una mujer. Confiesa haber vivido momentos de todos los colores. “Cuando mi madre aún trabajaba en la tienda, un cliente le preguntó nada más cruzar la puerta si podía hablar con alguien que entendiera”, recuerda. Ella también ha vivido situaciones similares. “A menudo notas que, cuando te hacen una consulta, no te lo explican con detalles”, comenta la propietaria. “Te dan un titular y parece que esperan que vayas a buscar a la persona que sabe, cuando ya la tienen delante”, dice.

Al frente de la ferretería Porxas, en la calle de Sants, Núria también ha vivido escenas parecidas. “A veces, mi hija, que se encarga concretamente de la sección de ferretería de la tienda, me ha explicado que hay clientes que se dirigen a ella con cierta desconfianza, como si no fuese capaz de ayudarlos a encontrar lo que buscan”, indica. Aun así, la describe como una situación puntual. “Enseguida ven que sabemos de qué hablan”, explica. “Además, como mucha de nuestra clientela es del barrio, acaba confiando mucho en nuestro criterio”, añade.

En el Poble-sec trabaja Mar, librera de La Carbonera, un proyecto cooperativo creado en el 2017 con Carlota y Aitor con el objetivo de construir desde el barrio y para el barrio una comunidad lectora que crezca y que ame la literatura, los libros y la cultura. “A menudo, detrás del mostrador estamos Carlota o yo, y las hemos visto de todos los colores”, apunta. De hecho, recogieron algunas situaciones vividas en una entrada en su blog: “Como, además, somos jóvenes, hemos tenido que oír frases como ‘La mujer no está hecha para trabajar’ o ‘Jovencita, ¿ya podrá con tanto peso?’”, explica la librera. Algunos comerciales, por ejemplo, también nos han preguntado cuándo podrían encontrar al responsable del negocio, cuando somos nosotras”, añade.

Para impulsar y favorecer la presencia femenina en el sector comercial, este año 2021 el Ayuntamiento de Barcelona reanudará un programa de sesiones de formación específica en clave de género dirigida especialmente a las dinamizadoras de los ejes comerciales. No obstante, los esfuerzos no acaban aquí. “También seguiremos trabajando para nutrirnos de indicadores segregados por sexo y poder desplegar políticas públicas más eficaces”, resaltó Montserrat Ballarín, concejala de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interior y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona.