Premiados de la 23a edición
Premio al comercio de proximidad
Establecimiento ganador: Drogueria Rovira
En 1940, los vecinos y vecinas de la calle de los Madrazo, en el barrio de Galvany (Sant Gervasi), vieron cómo la Drogueria Rovira levantaba la persiana. Después de treinta años cambiando de local, el negocio había encontrado en este emplazamiento el lugar ideal donde prosperar. Su fama ya había recorrido toda Barcelona y alrededores. Se trataba de un establecimiento familiar que, nacido en 1910, brindaba todo tipo de soluciones en el campo de los productos de droguería: desde tintes y jabones para la ropa hasta jarabes contra el dolor de cabeza o insecticidas.
Hoy el negocio ha evolucionado mucho, pero sigue manteniendo su esencia. Al frente está Ramon Segarra Rovira, la cuarta generación. “Los productos que vendemos hoy en día tienen muy poco que ver con los de entonces, pero continuamos obstinados en cumplir nuestro principal objetivo: solucionar los problemas a quien entre por la puerta”, explica el actual propietario. En el local se acumulan más de treinta mil referencias de productos de alta calidad: cepillos de todos los tamaños, productos de cosmética y limpieza, pinturas, líquidos para tratar la ropa, los suelos, los muebles o el calzado... “Ofrecemos una atención profesional y personalizada —recalca Segarra—. Cada generación ha aportado una visión diferente al negocio hasta llegar a ser hoy en día la única droguería técnica especializada de Barcelona, además de convertirse en uno de los comercios más singulares de la ciudad”, añade. De hecho, el establecimiento está catalogado por el Ayuntamiento de Barcelona como establecimiento emblemático.
Concretamente, el jurado del Premio Comercio de Barcelona ha destacado la capacidad de la Drogueria Rovira de seguir siendo “un referente en la especialización de los productos, en la calidad del asesoramiento personalizado y en el buen trato hacia el cliente”. Al mismo tiempo, ha puesto en valor los miles de referencias que “llenan de arriba abajo paredes, repisas y cajones, con un orden magnífico que invita a hacer una visita”.
Mención especial: Colmado Casa Buendía
Ubicado en el corazón del barrio del Fort Pienc, el Colmado Casa Buendía es un establecimiento especializado en la venta de productos alimentarios artesanales y tradicionales. Entre sus centenares de referencias, destaca la selección de embutidos, quesos, dulces y conservas, así como el extenso catálogo y variedad de cervezas artesanas, vinos y cavas. Tras el mostrador está Susana Palomino, que decidió iniciar el negocio en el 2015. “Antes me dedicaba al sector del marketing, pero varias circunstancias me llevaron a hacer un cambio de rumbo profesional”, explica.
Ahora es la propietaria de una tienda que, en tan solo siete años, ha conseguido arraigar fuerte en el barrio. “El local era un taller mecánico y lo reformé de arriba abajo, transformándolo en una reproducción muy fiel de cómo eran los antiguos colmados en la ciudad”, afirma. De hecho, la decoración y la estética del local es uno de los puntos fuertes del negocio, pero también lo es el trato que dan a los vecinos y vecinas. “Siempre velamos por dar a nuestra clientela una atención de calidad y un asesoramiento totalmente personalizado”, apunta.
Precisamente, el jurado valora “el esfuerzo de Susana por regentar una tienda que respira la estética de los colmados antiguos, ofreciendo una atención personalizada y un producto especializado”, concretan en el acta.
Premio al comercio innovador
Establecimiento ganador: LaBar - Laundry Bar
Situado en el chaflán de la calle del Consell de Cent con Nàpols, en el barrio del Fort Pienc (L’Eixample), LaBar-Laundry Bar es un concepto de establecimiento pionero en Barcelona que une la actividad de cafetería con la de lavandería. Tras el negocio está Gerard Navas y Marta Pérez, dos vecinos del distrito de L’Eixample con espíritu emprendedor que, en el 2018, decidieron iniciar un proyecto juntos. “Nos dimos cuenta de que cada día se abrían más lavanderías de autoservicio, que son lugares sin mucho encanto, y que no había muchas cafeterías acogedoras donde la gente pudiera ir a trabajar o a pasar un buen rato”, explican.
Para solucionarlo, abrieron LaBar-Laundry Bar. “La gente que quiere utilizar nuestro servicio de lavandería puede quedarse en el local y esperar tomando un buen café, leyendo, relajándose o disfrutando incluso de conciertos en directo”, resumen. El concepto es nuevo en Barcelona, pero en otros países europeos ya han proliferado con éxito iniciativas similares. “En Alemania y Bélgica, por ejemplo, hay establecimientos donde conviven las dos actividades, pero no se acaban de mezclar del todo”, apuntan.
El jurado del Premio Comercio de Barcelona ha premiado la iniciativa por su concepto innovador. “Ofrecen un espacio agradable y acogedor donde las personas usuarias pueden desarrollar otras actividades de ocio o laborales mientras esperan que acabe el ciclo de lavado de su ropa”, apuntan en el acta.
Premio al comercio sostenible
Establecimiento ganador: Yes Future Positive Supermarket
En el 2017 nació en Barcelona un establecimiento pionero en España: Yes Future Positive Supermarket. Se trata de un supermercado libre de plásticos, con la sostenibilidad por bandera y con una oferta de productos de alimentación, limpieza y de higiene personal ecológicos, biodegradables y libres de envases. “Queríamos ofrecer un espacio que facilitara e incentivara a la persona consumidora a ser más sostenible a la hora de hacer la compra doméstica —explican Olga Rodríguez y Alejandro Martínez, impulsores de la iniciativa—. Por eso, la clientela lleva sus envases reutilizables de casa y los rellena del producto que necesita en nuestro supermercado”.
Desde su apertura en el 2017 en la calle de Viladomat, en el barrio de Sant Antoni, el negocio ha crecido y ya han abierto una segunda tienda en la calle de Pujades, en el barrio del Poblenou. En sus repisas se ofrecen más de ochocientas referencias de productos ecológicos y a granel, como pastas, cereales, legumbres, café, harinas, aceites, especias o galletas. También venden productos de limpieza del hogar biodegradables, a granel y elaborados en Barcelona, así como referencias de higiene personal ecológicos, con el certificado que garantiza las buenas condiciones de trato hacia los animales y sin productos sintéticos. “Todos los productos que vendemos los hemos probado antes, porque somos muy exigentes con lo que ofrecemos a la clientela, pero también porque queremos poder asesorarlos como se merecen”, recalcan.
De Yes Future Positive Supermarket el jurado destaca sus esfuerzos por “ofrecer a la persona consumidora productos sostenibles y de proximidad, servidos a granel y en abundancia, lo que permite comprarlo todo sin generar nuevos residuos”.
Premio al comercio emblemático
Establecimiento ganador: Granja Viader
En 1870, en uno de los callejones en el límite exterior de la antigua Barcelona amurallada, Rafaela Coma abrió una lechería. Aquella fue la semilla de donde germinó la Granja Viader, hoy en día uno de los establecimientos emblemáticos de restauración más icónicos de Barcelona. Situada en la calle de Xuclà, en el distrito de Ciutat Vella, Mercè Casademunt Viader y Marc Espuny Casademunt —la cuarta y quinta generación, respectivamente— dirigen el negocio con el mismo espíritu con el que sacaron adelante el establecimiento las generaciones anteriores. “Apostamos por el producto de proximidad y de calidad, que el cliente puede consumir en el local o comprar en el mostrador —explican—. Siempre buscamos el equilibrio entre la tradición y la innovación”.
Sus especialidades son los chocolates a la taza y los productos lácteos. De hecho, de la Granja Viader salió el Cacaolat. En 1931, en una feria internacional de maquinaria agrícola y ganadera en Budapest, nuestra familia descubrió un nuevo refresco hecho de leche y cacao —recuerdan—. Trabajaron más de medio año y consiguieron registrar la patente, con el nombre de Cacaolat”. Hoy es un establecimiento de referencia, tanto para los vecinos y vecinas del barrio como para los turistas que visitan Barcelona y que buscan probar su gastronomía.
El jurado del Premio Comercio de Barcelona valora especialmente el hecho de que “durante más de 150 años, la granja siempre se haya dedicado a la venta de leche y derivados” y que “su obrador sea de los pocos que continúan activos dentro de la ciudad”. También destacan “la apuesta por la venta de producto de proximidad y de calidad”.
Premio Albert González a la labor de contribución a la promoción y conocimiento del comercio de la ciudad
Ganador: Fundació Barcelona Comerç
Desde hace dieciocho años, la Fundación Barcelona Comerç trabaja para promover el comercio de proximidad de Barcelona y proyectar internacionalmente la ciudad poniendo en valor su potente tejido comercial. Con el lema “Haciendo barrio, hacemos ciudad”, hoy en día tiene arraigo en los diez distritos de Barcelona, con 23 asociaciones y ejes comerciales que vertebran la ciudad desde un punto de vista urbanístico, económico y social. En este sentido, la Fundación Barcelona Comerç despliega desde hace casi dos décadas una estrategia de dinamización comercial que relaciona el sector con ámbitos como la cultura, el deporte, la investigación, la tecnología o la sostenibilidad impulsando iniciativas como la Ópera en el Comercio, programas de digitalización de los negocios y de promoción del talento joven y plataformas como la reutilización comercial de locales vacíos.
La entidad ha colaborado siempre con las administraciones a la hora de abordar los principales retos de ciudad, como los vinculados a la movilidad, la seguridad, la limpieza o el turismo. Además, durante la pandemia, la fundación tuvo un papel relevante a la hora de transmitir información al tejido comercial de la ciudad, distribuyéndoles equipos de protección individual y facilitándoles herramientas digitales, como la creación de la plataforma Botigues Obertes.
El jurado destaca “el compromiso de la entidad con la gobernanza público-privada y comunitaria del comercio de Barcelona” y “el impulso de prácticas comerciales que crean sinergias entre el comercio y otros sectores”.
Mención especial: Evaristo Sender Borrell
El 12 de agosto de 1935, Miguel Sender, propietario de la sastrería barcelonesa L’Economia, y Rosa Borrell, una vendedora de los Encants de Sant Antoni, tuvieron un hijo. Era Evaristo Sender Borrell. “Cuando era solo un bebé, mis padres ya me tenían detrás del mostrador, dentro de una caja de cartón que me hacía de cuna”, recuerda hoy. Actualmente, con 87 años, Evaristo Sender es uno de los nombres propios del comercio de Barcelona. Creció a caballo entre la sastrería y del negocio de los Encants, y en 1970 inauguró su primera tienda. La llamó Confeccions El Rellotge. Se convirtió en una de las primeras tiendas de Barcelona en vender tejanos. En 1982, Evaristo Sender trasladó el establecimiento a la calle del Comte Borrell, junto al dinámico Mercado de Sant Antoni, donde todavía hoy sigue activo.
Más allá de dedicar esfuerzos a su negocio, Evaristo Sender también colaboró con la Asociación de Vecinos del Barrio de Sant Antoni y fue miembro impulsor de la Fundación de Sant Antoni Comerç, una de las entidades clave para la evolución comercial y social del barrio. El jurado del Premio Comercio de Barcelona ha decidido otorgarle una mención especial para “trabajar incansablemente para defender el comercio de proximidad y sus valores, así como para estrechar la relación entre el sector comercial de Sant Antoni y de Barcelona con su tejido vecinal y cultural”, detallan en el acta.
Premio Mercados de Barcelona Jordi Maymó
Establecimiento ganador: Fruiteria Moreno, del Mercado del Carmel
Mejor iniciativa individual
Este 2022, la Fruiteria Moreno del Mercado del Carmel celebra su quincuagésimo aniversario. Es uno de los puestos más emblemáticos del mercado, pero también uno de los más innovadores. Coincidiendo con el medio siglo de vida, el puesto ha estrenado una tienda en línea singular. “Queremos transmitir a través del canal digital lo que nos hace especiales cuando los clientes nos visitan físicamente: nuestro buen trato y asesoramiento”, explica Manuel Moreno, propietario del negocio. Por eso, han instalado ocho cámaras en el establecimiento que muestran en directo vía streaming el producto de la tienda. De este modo, el cliente puede tener una experiencia de compra similar a la que tiene cuando visita la tienda en persona. “También tenemos un blog donde publicamos recetas, que recogeremos a finales de año en un libro electrónico”, concretan desde el establecimiento.
Más allá de la apuesta por la innovación, la Fruiteria Moreno destaca porque hace envíos a toda Barcelona en menos de dos horas a través de una iniciativa social sin ánimo de lucro que da oportunidades laborales a colectivos de personas en riesgo de exclusión social. También se trata de repartos ecológicos y de proximidad. “Promocionando un estilo de vida saludable y productos de calidad”, resumen.
El jurado valora especialmente “la apertura de la nueva línea de negocio digital” y su “servicio de venta a domicilio sin emisiones de dióxido de carbono”, apunta en el acta.
Ganador: Asociación de Vendedores del Mercado de Sants
Mejor iniciativa colectiva
El 14 de mayo de 2014 se inauguró la reforma integral del Mercado de Sants. Desde entonces, la Asociación de Vendedores del Mercado de Sants ha trabajado para adaptar la oferta comercial de los puestos al producto de proximidad, de temporada y ecológico. Al mismo tiempo, ha impulsado y promovido el mercado con el fin de volver a convertirlo en el alma del barrio. “Hemos potenciado la relación del mercado con el comercio de proximidad y las colaboraciones con entidades del barrio —explican desde la entidad—. Eso ha hecho que la ciudadanía se dé cuenta de que tiene a su alcance uno de los mejores mercados de nuestra ciudad”.
Entre las tareas para acercar el mercado a las familias del barrio, la asociación puso en marcha en el 2019 el Aula Gastronómica. Se trata de un aula situada en la sala polivalente que permite formar a los niños y niñas de las escuelas primaria del distrito de Sants-Montjuïc en temas como los productos alimentarios de temporada y la manipulación, la conservación y la cocina de alimentos. Además, el espacio permite hacer coloquios sobre cocina, talleres de productos, clases de cocina y formaciones dirigidas a personas adultas con particularidades alimentarias, como las celíacas, las diabéticas o las vegetarianas.
El jurado destaca el trabajo hecho por la asociación y su presidenta, Montserrat Figueras, a la hora de sacar adelante el proyecto Aula Gastronómica. También pone en valor que el equipamiento se utilice para formar a los niños y las niñas, pero también a las personas adultas, en cocina de otras culturas o para personas con particularidades alimentarias.
Mención especial por el esfuerzo y la resiliencia del comercio durante la pandemia
Establecimiento ganador: Óptica Cottet
Mención especial - Iniciativa individual
Cottet Òptica i Audiologia es una empresa familiar fundada en 1902 en Barcelona. De generación en generación, ha ido incorporando las últimas novedades e innovaciones del sector hasta convertirse en una de las empresas referentes en salud visual y auditiva de la ciudad. “Nuestros centros ofrecen experiencias innovadoras a nuestra clientela y productos que destacan por su desarrollo tecnológico”, apuntan.
Cuando llegó la pandemia, el centro que Cottet tiene en la rambla de Catalunya siguió prestando servicios ópticos y de audiología en unos momentos en que la incertidumbre y la paralización de todos los sectores era máxima. El jurado valora el hecho de que continuara su actividad y que ofreciera “sus servicios profesionales tanto a clientes habituales como a nuevos, fueran de Barcelona o de cualquier lugar”.
Ganador: Asociaciones de vendedores de los mercados municipales de Barcelona
Mención especial - Iniciativa colectiva
La labor de las asociaciones de vendedores de los mercados municipales de Barcelona fue vital a la hora de mantener la actividad y el servicio durante la pandemia. Concretamente, el jurado valora que “no desfallecieron, sino que consiguieron que el abastecimiento de productos continuara al margen de las situaciones excepcionales y desconocidas que vivimos como sociedad”. Del mismo modo, el jurado apunta que “los servicios de los mercados siempre se prestaron con las máximas garantías sanitarias y de calidad”.