Por unas extraescolares accesibles a toda la infancia

El Consejo Educativo de Barcelona debate sobre cómo garantizar unas tardes inclusivas y de calidad con experiencias educativas de la ciudad.

El miércoles 9 de diciembre se reflexionó sobre cómo conseguir que las actividades extraescolares sean equitativas e inclusivas en todo el territorio en el tercer ciclo de debate «I la educación en Barcelona, qué»?. Impulsado por el Consejo Educativo de ciudad, este nuevo seminario web con el título «La educación más allá de la escuela: equidad y calidad a las tardes con extraescolares» se centró en los retos, las respuestas y experiencias de ciudad de este tipo de actividades fuera del ámbito educativo, pero que constituyen de una vital importancia en la adquisición de habilidades y valores para la infancia y la adolescencia.

La pandemia, las restricciones sanitarias y la crisis socioeconómica derivada puede tener un impacto en las actividades extraescolares. El adjunto al «Síndic de Greuges» de Cataluña, Maria Jesús Larios, puso en contexto las afectaciones que puede suponer en el ocio educativo, el cual todavía no se había recuperado de la anterior crisis del 2008. «La situación económica familiar incide claramente en el derecho de ocio de los niños y niñas y en esta situación prevemos una crisis económica evidente a raíz de la pandemia», afirma Larios, y añade que eso supondrá una disminución del acceso al ocio. Para ilustrar esta realidad, desde el Síndic mostraron datos que demuestran que este verano hubo una reducción del 35% de participantes en actividades de ocio con una pérdida de 167.000 niños y niñas respecto del año anterior. A partir de aquí, planteó todas las carencias de nuestro sistema en el despliegue de los derechos de la infancia al ocio y recomendó una mayor implicación pública a través de ayudas y bonificaciones para conseguir paliar las grandes desigualdades de acceso a las actividades extraescolares existentes.

En el seminario se contó con intervenciones de la Plataforma de Infancia de Cataluña (PINCAT) y la Asociación Catalana de Empresas del Ocio la Educación y la Cultura (ACELLEC). Desde la Pincat, su coordinadora Anna Sunyer reclamó una política pública de tardes que tenga los derechos de la infancia en el centro y, por este motivo, reclamó la participación infantil en el diseño de estas actividades extraescolares. Además, pidió una mayor conexión entre educación reglada y la educación en el ocio. «Hay que incorporar el ocio educativo en todas sus manifestaciones en el proceso socioeducativo del niño o niña como un medio imprescindible más», expuso Sunyer. Por otra parte, desde ACELLEC, su gerente Pep Montes manifestó la necesidad de dar carta de naturaleza al sector profesional del ocio y a sus actividades con el fin de conocer la realidad territorial y poder hacer políticas más efectivas. Ante la demanda que la escuela pueda actuar como nodo desde donde articular una red de extraescolares equitativa, Montes reclama que «hacen falta profesionales de la dimensión sociocultural, especialistas al trabajar la proximidad en los proyectos comunitarios y en conectar las capacidades y los recursos de los centros educativos con este capital asociativo y educativo que hay en el conjunto del territorio».

La comisionada de Educación, Maria Truñó, expuso cuáles son los retos que coge el Ayuntamiento de Barcelona ante la crisis derivada de la pandemia. En sus palabras, lo más importante es «poder trabajar en este mandato para avanzar en una política de tardes con actividades de aprendizaje diversas que enriquezcan y que vayan compensando estas desigualdades y poniendo el foco en los territorios más desfavorecidos y en los niños y niñas con menos oportunidades». Para realizarlo, Truñó pidió que hace falta la implicación de todo el tejido, tanto entidades como empresas y familias. Además, destacó la necesidad de poner en valor medidas ya consolidadas como son las actividades deportivas fuera de escuela y que ahora también habría que sumar las artes y aprendizajes de todo tipo.

Actividades extraescolares equitativas y que trabajan en red

En este debate se presentaron tres experiencias de tardes en la ciudad de Barcelona caracterizadas por su trabajo en red en el territorio y por su tarea en favor de la equidad. En primer lugar, se presentó la iniciativa de la universidad del tiempo libre y el pasaporte de aprendizaje de la cooperativa + Educación con siete escuelas del distrito de Sant Andreu. Según Oriol Roca, miembro de + Educación, se trata de una herramienta para integrar todo el territorio al ofrecer oportunidades extraescolares educativas a través de la acreditación de aprendizajes fuera del ámbito educativo. «Es muy importante que fueran las escuelas quien lo lideraran, porque es desde donde se puede reforzar la equidad porque allí van el 100% de los niños y niñas», afirma Roca. Además, con este proyecto se ha establecido un marco de competencias transversales común que permite a niños, niñas y familias conocer el conjunto de actividades educativas del entorno y fomentar su participación, así como que otras iniciativas de entidades y asociaciones también se puedan sumar y coordinar conjuntamente.

La segunda actividad extraescolar de la sesión fue la de la Asociación Riborquestra y la Escuela Cervantes de Ciutat Vella con su tándem por el derecho universal a la música. De esta manera, se ha creado una orquesta intergeneracional que trabaja dentro y fuera del horario lectivo de las escuelas. «Los estudiantes pueden recibir clases de instrumento dentro de la escuela y fuera de ella son los ensayes de la orquesta», explica Nil Barutel, representante de Riborquestra. En este sentido, el proyecto aprovecha los equipamientos del territorio para proporcionar oportunidades educativas.

El proyecto «Raval Estiu educativo» fue la tercera y última experiencia extraescolar del seminario web. Como ponente de la iniciativa, Mercè Garet, explicó que el proyecto ofreció a cerca de 500 niños, niñas y jóvenes del barrio en torno a 30.000 actividades gratuitas gracias a la colaboración de equipamientos culturales, entidades y servicios municipales. «Permitió que los meses de julio y agosto tuvieran una presencialidad que no habían podido tener y que pudieran aprender, compartir y expresarse,» reconoce Garet. La iniciativa quería responder a una necesidad del territorio de falta de oferta educativa durante el verano.

Las tres experiencias son un ejemplo de proyectos extraescolares que responden a desafíos y necesidades reales del territorio con la participación de múltiples agentes. En esta línea, son iniciativas que anteponen el derecho a la educación a lo largo y ancho de la vida de la infancia y la adolescencia.

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