Audiencias públicas: el formato en línea se consolida

Las convocatorias de las audiencias públicas tienen periodicidad bimestral y se celebran en distintos espacios y equipamientos de los distintos barrios que forman el distrito. Pero llegó el 13 de marzo de 2020, Barcelona se confinó y las audiencias públicas se paralizaron. ¿Cómo han continuado en la virtualidad?

Audiencia pública_Sant Andreu
21/01/2021 - 10:17 h - Participación Ajuntament de Barcelona

Con la desescalada, poco a poco los distritos de la ciudad fueron volviendo a una rutina, que, aunque más limitada, se ensancha imparablemente por la virtualidad. Y las audiencias públicas no fueron una excepción. El 2 de julio de 2020 Sant Andreu celebró su primera audiencia mixta: una audiencia pública a la que se podía asistir presencialmente con cita previa o en la que se podía participar generando preguntas o comentarios hasta 24 horas antes, en los dos casos mediante la plataforma Decidim Barcelona.

Para todas las personas que asistieron desde casa, la audiencia se ofrecía en línea y quedaba grabada para la posteridad. Y Sant Andreu no fue un caso aislado: los diez distritos de Barcelona empezaron a aplicar en sus audiencias la lógica de la nueva normalidad.

Nuestro foro ciudadano

En el foro ciudadano o audiencia pública, la ciudadanía recibe información y se presentan y debaten propuestas en relación con una determinada actuación pública, actividad o programa de actuación.

Es un espacio de participación pública muy reconocido entre el vecindario para poder expresar cualquier petición relativa al distrito ante el concejal o concejala. “En la última audiencia felicité a todos los estamentos del distrito. Porque, a pesar de todo, la ciudad no se ha parado”. Habla Josep Sabaté, de 63 años, que es residente en Sant Andreu de toda la vida y socio de cinco asociaciones del barrio, entre las cuales la Unión Deportiva Sant Andreu y el Centro de Estudios Ignasi Iglésias. Hace cuatro años que no se salta ninguna audiencia pública de Sant Andreu, y tampoco ningún consejo de barrio de Sant Andreu de Palomar, “por mi interés asociativo y por la vida del distrito”, dice.

Sabaté se muestra disconforme con muchas de las demandas que se efectúan: “Se ponen sobre la mesa muchos temas locales que no tienen que ver con todo el distrito. Problemas como los de limpieza, por ejemplo”. Y opina que no todas las demandas se resuelven igual: “Las peticiones fáciles se solucionan; las complicadas entran en un proceso largo, pero se acabarán solucionando”, comenta Josep.

Incorporando la participación telemática

Ahora que las audiencias de su distrito han pasado a la semipresencialidad o a la virtualidad total, como ha sido el caso de la audiencia de noviembre, Josep también ha participado: “He hecho varias preguntas virtuales tanto por temas de La Pegaso como del futuro del museo de la Fabra i Coats”.

Opina que la plataforma Decidim, a través de la cual se interactúa, funciona adecuadamente: “Solicitas asistir presencialmente o haces una pregunta virtual. Y después ves la audiencia en línea. Si estás en la sala de la sesión, puedes intervenir en directo, pero, si no, haces la pregunta y también te responden. Y si no te la pueden contestar, abren un expediente para darte la respuesta después. No hay ningún problema”, asegura el vecino de Sant Andreu.

Judit Vives Soler, jefa de comunicación del Distrito de Sant Andreu, conoce bien toda la maquinaria de comunicación que han generado las audiencias en línea: “Ahora las retransmitimos en línea y también por las redes sociales; hacemos un documento que recoge todas las intervenciones de la audiencia pública anterior y su respuesta, y se cuelga en el web del Distrito”.

La anécdota negativa de la virtualidad la protagonizó el chat: “En el streaming puedes activar un chat, que hemos tenido que deshabilitar porque se produjeron faltas de respeto durante una sesión, aunque creemos que el incidente no es representativo”, opina Judit.

Sea como sea, es evidente que, como en muchos niveles del día a día de la ciudad, la participación en línea ha llegado para quedarse, “al menos en formato semipresencial, porque aporta ventajas en la conciliación”, recuerda la jefa de comunicación. “Por los horarios de las audiencias, aunque no se hacen muy tarde, algunos perfiles públicos se pueden quedar fuera, y la semipresencialidad puede ayudar a que estén presentes”.

Vives apuesta por el formato semipresencial, aunque “el reto es la brecha digital en ciertos barrios o en ciertas edades. Y lo tenemos presente. Haremos un plan integral en el distrito para trabajar la participación ciudadana digital a través de formación, explicando cómo hacerlo desde el móvil, generando padrinos y madrinas digitales… para hacer que todo el mundo pueda participar”.

Que se celebren audiencias… y que se sepa

Los espacios de participación como las audiencias públicas generan una maquinaria en comunicación grande y compleja. Lo sabe bien Vives, que se encontró el reto de comunicar la audiencia pública mixta de julio, que supuso un gran esfuerzo comunicativo: “Pedimos ayuda a todos los técnicos del Distrito, a todas las entidades e, incluso, a equipamientos como centros cívicos, que a priori no tienen que difundir esta información en su día a día. Nos daba miedo que bajara la participación, pero finalmente tuvimos un número similar de participantes”, explica.

Lo que sí aumentaron fueron las intervenciones: “23 en julio, y este septiembre, todavía más: 25, solo sobre el tema de la limpieza. El hecho de que sea en línea genera más intervenciones de lo normal, aunque es verdad que, si las clasificamos por tipo, se generan grandes paquetes de un solo tema, como ha sido la limpieza en el distrito Sant Andreu. Pero gracias a ellas ya hemos abierto diferentes mesas comunitarias de limpieza en los barrios, coordinados con Ecología Urbana de la ciudad”, concluye la jefa de comunicación.