Guillermo Santomà es arquitecto y diseñador. Este año ha sido el encargado de liderar la propuesta de Inspired in...
Sonia Monclús: "La transformación hacia modelos sostenibles es un paso que debe ser real ya"
Sonia Monclús y Anna Achón forman parte del equipo del Barcelona centro de Diseño. La primera es Cluster Manager & Knowledge Broker, mientras que la segunda es Content Manager de Proyectos de Design & Food. Ubicado en el Disseny Hub Barcelona, esta entidad formada actualmente por 12 personas, 11 de las cuales mujeres, trabaja para impulsar la innovación, el talento creativo y la proyección del diseño de Barcelona en el mundo. Sonia Monclús y Anna Achón son #GentHUB. Hablamos con ellas para conocer cómo es su día a día y qué líneas se trabajan desde la entidad.
¿Cómo llegasteis a formar parte del Barcelona centro de Diseño? ¿Cuánto tiempo lleváis?
Sonia Monclús: Yo había estado unos años en Alemania y volví a Barcelona para estudiar un Postgrado en Diseño de Producto. Sentí que me apetecía quedarme y vincularme al mundo del diseño ya la ciudad. Sólo haciendo una búsqueda por internet con estas dos palabras, Diseño y Barcelona, llegué a conocer el Barcelona centro de Diseño. Actualicé mi currículum, lo llevé a sus oficinas y mi perfil les encajó para impulsar el Clúster del Diseño, una iniciativa que apenas se estaba empezando a valorar. De eso hace ya 13 años.
Anna Achón: Entré hace aproximadamente cuatro años. Fue como colaboradora en uno de los programas que lleva el departamento de innovación, MID Talent, para apoyar la producción y el contenido. Después hice las mismas tareas en el área de gastronomía y diseño, hasta que la persona responsable del departamento se fue de la entidad y yo empecé a liderar este departamento de food & design, hace ya unos dos años.
¿Cuáles son vuestras tareas dentro del Barcelona centro de Diseño?
SM: Como responsable del Clúster Diseño, intento dedicar la parte inicial de mi jornada a estar informada. También intento asistir a todas las jornadas relacionadas con estos aspectos que mi agenda me permite y hago lo posible por estar al día de la realidad de las empresas que forman parte del Clúster Diseño.
Éstos son los pilares para poder establecer posteriormente una agenda de actividades y definir proyectos que puedan ayudar al colectivo a definir, validar o reorientar su estrategia competitiva. Definir estas acciones implica coordinarme constantemente con el resto del equipo del Barcelona centro de Diseño - las compañeras de comunicación, patrocinio, innovación o promoción - pero también con el equipo del Disseny Hub Barcelona, que hacen que las actividades en estos espacios sean posibles.
¿Qué es lo que más os gusta de vuestro trabajo?
SM: Mi trabajo me permite estar conectada con dos mundos que me apasionan: la creatividad y la innovación. Además, hay muchísimo conocimiento dentro del propio colectivo, del que aprendo todos los días y por el que siento absoluto respeto y admiración para llevar adelante sus negocios. La empresa, sea del tamaño que sea, es la base de nuestro sistema socioeconómico. Sentir que puedo aportar mi grano de arena al colectivo y que, de una manera u otra puedo sumar, dota a mi trabajo de propósito.
AA: De mi trabajo me gustan muchas cosas, como por ejemplo estar vinculada al mundo del diseño ya los diseñadores y diseñadoras que están creando cada día para impulsar nuevas propuestas. Por otro lado, estar al día de cómo el diseño está aplicando cambios sustanciales en los diferentes ámbitos de la sociedad. Y lo que más me gusta es, con todo este conocimiento, crear programas, eventos o guías que ayuden a dar a conocer todo el mundo del diseño y su implementación.
El food design es una de las disciplinas estrella actualmente. ¿Cuál es su poder transformador?
AA: El food design permite relacionarnos de una manera diferente con los alimentos, crear nuevas propuestas gastronómicas, nuevas experiencias, nuevas formas de alimentarnos, nuevos utensilios...Pero también plantea retos y aporta soluciones a las problemáticas del momento actual, como el acceso a la alimentación, el desperdicio alimentario o los residuos. Toda esta línea de investigación permite al food design crear nuevas propuestas para ser más sostenibles y encontrar nuevas oportunidades. El food design es una disciplina muy transversal, que toca diferentes puntos y en la que se involucran distintos profesionales con una visión transformadora hacia un modelo más sostenible y equitativo para todos.
¿Por qué es importante que exista una entidad como la vuestra?
SM: Porque el diseño y su poder transformadores en los negocios y en la sociedad pueden todavía calar mucho más, tanto en el tejido empresarial como en las instituciones. Diseñar se malentiende todavía como una acción puramente formal, un estilismo añadido al final a un producto, y no como sistema o proceso que te permite generar valor, situar a las personas y al planeta en el centro y proveer de experiencias memorables. Justamente la razón fundacional del Barcelona centro de Diseño es realizar esta pedagogía. Somos el centro de promoción de diseño de Barcelona.
¿Cómo valoráis el hecho de que el Barcelona centro de Diseño esté integrado dentro del Disseny Hub y conectado con todas las demás entidades de las que forman parte?
SM: Es clave por varias razones. En primer lugar, porque nos permite tener, de cerca, actividades y acciones del sector. Nos acerca el conocimiento. En segundo lugar, porque las situaciones más informales, como el almuerzo o un café con otros compañeros de otras entidades dirigidas al Disseny Hub, hace que humanices a las instituciones y sea más fácil generar oportunidades de colaboración o sinergias que de otra manera difícilmente podrían darse. Y, en tercer lugar, porque nos sitúa en el mapa de la ciudad en un edificio emblemático. Nos posiciona a las tres entidades que operamos en el Disseny Hub Barcelona. Estamos en el epicentro del sector.
¿Cómo se está transformando el mundo del diseño para asumir valores como la sostenibilidad?
SM: La transformación hacia modelos sostenibles es un paso que debe ser real ya. Acelerado por las vivencias derivadas de la pandemia, ha habido una toma de conciencia masiva por parte de los usuarios, quienes exigen a las empresas e instituciones tomar acciones reales para preservar nuestro planeta y sus ecosistemas. En este sentido, estamos migrando del paradigma "human centered design" hacia otro menos antropocéntrico, "planet centered design".
Las empresas están iniciando esta transformación en primera instancia cuestionándose la materialidad de sus productos y packagings, aquella realidad que es física y, por tanto, visible. El diseño es un vehículo justamente para idear nuevas soluciones: eliminando materiales, sustituyéndolos por otros, integrando materiales reciclados o diseñando nuevos materiales más respetuosos con el medio ambiente.
Un segundo nivel en el que se está trabajando es que los productos sean reciclables y se alargue su vida útil. Y en un tercer nivel, y dado que es necesario reducir el consumo actual en una potencia de 10 para asegurarnos un futuro, los modelos de negocio tendrán que migrar hacia modelos servitizados, pagando por usar productos o plataformas que no serán propiedad de los usuarios. Aquí el diseño de experiencias y de servicios será clave, aunque los retos a nivel de modelos de negocio todavía son difíciles de asumir.
En resumen, si más del 80% del impacto medioambiental de un producto está determinado en su etapa de diseño, según el Plan de Acción de Economía Circular de la CE, es evidente que el rol del diseño en cualquier sector es o será clave.
Otras noticias

"No es el espacio en sí mismo, sino...

En busca de los ODS, una Scape Box en el...
El Museo del Diseño os propone una...

Presente y futuro del arte digital de Ba...
En el marco de la exposición 'Digital Impact', que se inaugura el 28 de...

Todo el diseño en un click
Empieza una nueva etapa del Museu del Disseny y del Disseny Hub en el que ambos programas se fusionan y unifican...