Ajuntament de Barcelona

Motivación del otorgamiento:

En reconocimiento a su trayectoria científica en el campo de la cardiología y a su compromiso social, una trayectoria basada en la empatía con los enfermos, en la promoción de la investigación, en la maestría a los y las jóvenes investigadoras y, en definitiva, en una plena dedicación al bienestar y progreso de la sociedad.

Biografía:

Valentí Fuster (Barcelona, ​​1943) proviene de una estirpe de médicos. Cursó estudios de Primaria y de Secundaria en los Jesuitas de Sarrià y se licenció en Medicina por la Universidad de Barcelona en 1967. Posteriormente se trasladó a Estados Unidos para trabajar como docente en la Clínica Mayo de Minnesota y en 1982 en el Mount Sinai Medical Center de Nueva York. De 1991 a 1994 fue catedrático de Medicina en la Escuela Médica Harvard, en Boston, y jefe de Cardiología en el Hospital General de Massachusetts. En 1994 fue nombrado director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí de Nueva Yok, cargo que desde 2012 compagina con el de Physician-in-Chief del mismo hospital, entre otros cargos.

A lo largo de su trayectoria científica ha ocupado diferentes responsabilidades, como la de Presidente de la Asociación Americana del Corazón, Presidente de la Federación Mundial del Corazón, miembro del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de las Ciencias Americanas, el Consejo Asesor del Instituto Americano National Heart, Lung and Blood Institute y Presidente del Programa de Formación del Colegio Americano de Cardiología.

El Dr. Fuster es también director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid y editor jefe del Journal of American College of Cardiology (JACC), la principal fuente de información clínica en el área de la medicina cardiovascular.

Como científico, ha sido nombrado doctor honoris causa de 35 universidades de prestigio y ha publicado más de mil artículos en revistas médicas de ámbito internacional.

Sus contribuciones a la medicina cardiovascular han tenido un enorme impacto en la mejora del tratamiento de pacientes con enfermedades cardíacas. Sus investigaciones sobre el origen de los accidentes cardiovasculares, que han contribuido a mejorar la prevención y tratamiento de los infartos le valieron, en 1996, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación. En 2011 recibió el Gran Premio Científico de Francia (considerado el más prestigioso premio en cardiología), por su investigación de la enfermedad aterotrombótica.

Además de su dedicación a la ciencia, se ha involucrado profundamente en la divulgación y ha sabido integrar la investigación con la promoción de la salud a través de la educación. Para la promoción de hábitos saludables, creó la Fundación SHE 'La Caixa' (Science, Health and Education), con el objetivo de conseguir mejorar la salud integral de la población, especialmente de los niños, niñas y jóvenes.