El perfil sociodemográfico recoge las principales características de las mujeres y los hombres que viven en Barcelona. Permite analizar la población según edad y sexo, la estructura de sus hogares y las tasas de inmigración y emigración.

Observar estos datos resulta clave para entender la realidad de las mujeres y para identificar las desigualdades de género en la ciudad.

En Barcelona, un poco más de la mitad de sus habitantes son mujeres, las cuales tienen tendencia a vivir más años que los hombres. Curiosamente, esta feminización de la vejez lleva asociada una desigualdad de género. Las mujeres de más de 65 años presentan un mayor índice de pobreza que los hombres, ya que muchas de ellas han realizado tareas no remuneradas durante su vida laboral, su entorno social es más reducido y llegan a la vejez con peor salud que los hombres.

Los hogares pueden estar formados por una sola persona o por un grupo de personas, que pueden tener o no lazos de parentesco. En los hogares barceloneses la mayoría de las personas que viven solas o con uno o más menores a cargo son mujeres.

Barcelona es una ciudad diversa y que acoge a personas llegadas de otros lugares, del mismo modo que existe un buen número de personas que dejan la ciudad. En los últimos años, la tendencia ha sido un saldo migratorio positivo, es decir, ha habido más llegadas que salidas. La mayoría de las mujeres inmigradas sufren múltiples discriminaciones como consecuencia de su condición de mujeres, migradas, trabajadoras, o practicantes de religiones o pertenecientes a culturas minoritarias.