Los hogares pueden estar formados por una sola persona o por un grupo de personas, que pueden tener o no lazos de parentesco. En los hogares barceloneses la mayoría de las personas que viven solas o con uno o más menores a cargo son mujeres.
Barcelona es una ciudad diversa y que acoge a personas llegadas de otros lugares, del mismo modo que existe un buen número de personas que dejan la ciudad. En los últimos años, la tendencia ha sido un saldo migratorio positivo, es decir, ha habido más llegadas que salidas. La mayoría de las mujeres inmigradas sufren múltiples discriminaciones como consecuencia de su condición de mujeres, migradas, trabajadoras, o practicantes de religiones o pertenecientes a culturas minoritarias.