Un nuevo estudio aporta propuestas y recomendaciones para incorporar la perspectiva de género en el diseño, la implantación y la gestión de los equipamientos de la ciudad de Barcelona.
Barcelona tiene cerca de novecientos equipamientos municipales de diferentes tipos: infantiles, deportivos, culturales, para las personas mayores, comerciales, etc. Son sitios de encuentro y socialización para todas las personas, y su puesta en marcha y consolidación ofrece nuevos espacios donde poder establecer relaciones y llevar a cabo múltiples actividades. Por eso, los equipamientos municipales tienen que ser espacios inclusivos, y su diseño, implantación y gestión tienen que situar la vida en el centro.
A pesar de todo, el espacio público y los equipamientos municipales —que forman parte de este espacio de uso público— no son neutros al género. Existe una brecha en el uso de los servicios y de los equipamientos municipales que hacen mujeres y hombres, en función de los roles tradicionales y las desigualdades de género que condicionan su cotidianidad.
El estudio, promovido por la Dirección de Servicios de Género y Políticas del Tiempo del Ayuntamiento de Barcelona, ha sido realizado por Ana Paricio, Alba Domínguez y Konstantina Chrysostomou, de la Cooperativa Pla Estel. Se han analizado siete tipos de equipamientos municipales, observando los elementos, tanto del interior como del exterior, que pueden estar generando estos usos diferenciales por sexo, o bien experiencias de usuario o usuaria diferentes. Así, se han examinado aspectos como la accesibilidad; la percepción de confortabilidad, autonomía y seguridad; la polivalencia; la conexión con el espacio público, etc. Todo eso, teniendo en cuenta la intersección de variables de género, edad, cultura, opción sexual, capacidad y clase social, entre otras.
Fruto de este trabajo, se han formulado una serie de recomendaciones y propuestas para una transformación feminista de los equipamientos como, por ejemplo, en relación con los espacios de relación y de encuentro. Se considera que estos propician que el control informal se realice de manera espontánea y, por eso, se propone situar el espacio de información del centro con una buena visual de la entrada y los espacios intermedios; hacer que el espacio de acceso al centro sea compartido con el acceso a otros equipamientos; poner sofás y elementos de estancia en los espacios de entrada, o conectar el espacio de juego infantil con la planta baja.
El estudio y sus conclusiones se presentaron en una sesión de trabajo interna que reunió a más de sesenta personas de los principales departamentos y órganos del Ayuntamiento implicados en el diseño, la implantación y la gestión de los diferentes tipos de equipamientos. Esta tuvo lugar el pasado martes 7 de julio, y fue el pistoletazo de salida para la creación de un grupo de trabajo que diseñe una futura medida de gobierno de equipamientos municipales feministas.