El pasado 28 de marzo, se celebró el acto de descubrimiento de la placa dedicada a la química, física y cristalógrafa Rosalind Franklin, que desde ahora da nombre a una plaza del distrito de Sant Martí ubicada en un espacio anexo a la Escuela La Pau, al final del pasaje Xavier Llorens. Este es uno de los dieciséis espacios de Barcelona que este mes serán nombrados con nombre de mujer, en el marco del día 8 de marzo, y con los que el Ayuntamiento quiere reducir la desproporción de viales dedicados a personalidades masculinas respecto a las femeninas.
Nacida en Londres en 1920, Rosalind Franklin se graduó en Química-Física en 1941 por el Newnham College de Cambridge y se doctoró en Química en 1945 por la Universidad de Cambridge. Fue pionera en el uso de la difracción de rayos X y, pese a su breve carrera (murió a causa de un cáncer en 1954), participó en numerosos descubrimientos. La plaza que lleva su nombre visibiliza a una científica que, entre otras contribuciones, fue clave en el descubrimiento de la estructura molecular en doble hélice del ADN, la molécula que contiene la información genética de los seres vivos. Sin su contribución, James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins no habrían recibido el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962.
El acto de descubrimiento de la placa congregó en la plaza Rosalind Franklin a varios representantes del barrio, la comunidad educativa, así como del ecosistema científico de Barcelona. Entre ellas participaron Ada Ferrer, presidenta del Consejo Asesor Científico de Barcelona y científica titular del Instituto de Análisis Económico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).