El protocolo “No callamos” es un protocolo iniciado por el Ayuntamiento de Barcelona en el año 2018 para abordar las violencias machistas, específicamente las violencias sexuales y las LGTBIfóbicas en espacios de ocio nocturno.

Los locales de ocio nocturno, salas de concierto, bares, bares musicales, festivales, etcétera, son espacios de encuentro y relación que, como muchos otros espacios de este tipo, a veces se convierten en el escenario de comportamientos que impiden que todo el mundo pueda disfrutarlos libremente.

La violencia sexual o la amenaza de sufrirla es una de las formas prioritarias de limitación de acceso a los espacios públicos en clave de igualdad.

Mediante la adhesión a un convenio de colaboración, los espacios de ocio se comprometen a aplicar el protocolo “No callamos”, que permite disponer de personal de sala sensibilizado y formado sobre qué son el acoso y las agresiones sexuales y cómo actuar ante estas situaciones.