La fundadora de FUTPRO profundiza sobre la falta de dirigentes deportivas, el síndrome de la impostora y el movimiento “Se acabó”.

08/05/2024

Amanda Gutierrez, protagoniza la cuarta entrevista del ciclo 'Dones amb Impacte'

Amanda Gutierrez es abogada y fundadora de FUTPRO, el primer sindicato de jugadoras de fútbol en España. También forma parte del ranquin de las 100 mujeres más influyentes en el deporte español. Su trabajo ha sido fundamental al alcanzar acuerdos históricos, como la igualdad de primas para las selecciones masculina y femenina. Además, lucha por conseguir un convenio colectivo justo para las futbolistas, centrándose en aspectos claves, como salarios dignos, jornada completa, maternidad, salud mental y prevención del acoso sexual.

Falta de dirigentes deportivas Uno de los temas que se aborda a la entrevista es la falta de referentes femeninas en cargos directivos. “Faltan referentes de mujeres directivas. Cuándo yo era pequeña nunca me hubiera imaginado acabar siendo dirigente de una institución”, asegura. Por eso, defiende que “se tienen que dar oportunidades para las cuales las mujeres puedan acceder a estos cargos”.

Amanda Gutierrez también explica que ha sufrido el síndrome de la impostora a lo largo de su vida. “Muchas veces se pensaban que detrás mío tenía que haber un hombre”, reconoce.

En este contexto, no duda a trasladar un mensaje inspirador para todas las mujeres que quieren ocupar cargos directivos: “Tendréis miedo, será difícil, pero si se presenta la oportunidad, cogéis-la“.

El movimiento “Se acabó” FUTPRO se hizo cargo de la defensa de Jennifer Hermoso frente a Luis Rubiales. Amanda Gutierrez relata los ataques que recibió: “tenía gente en la puerta de mi casa y no podía ni mirar las redes para los insultos y las amenazas”.

A pesar de eso, siempre tuvo claro lo que quería transmitir a las jugadoras: “Les quería recordar que si estaban juntas no podía pasar nada, porque sin ellas no existe el fútbol femenino. En esta unión está donde está la fuerza del feminismo”, destaca.

Gutierrez describe el movimiento “Se acabó” como un punto de inflexión en el fútbol femenino: “Fue un movimiento que traspasó y no se quedó sólo en el mundo del fútbol. Demostró que un grupo de mujeres juntas, bien organizado, pueden dirigir su rabia y su fuerza de manera constructiva”.