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Día Internacional de la Paz

21/09/2021 - 15:34 h

Paz y derechos humanos. Los derechos humanos son necesarios para la cultura de paz.

Hoy, 21 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Paz, una jornada establecida por las Naciones Unidas en 1981 para «conmemorar y fortalecer los ideales de paz” y dedicado específicamente «a la ausencia de guerra y violencia”. Este año, a raíz de la pandemia, el lema anunciado por las Naciones Unidas es “recuperarse mejor para crear un mundo más equitativo y sostenible».

Es un día para recordar la interdependencia de la paz y los derechos humanos; una no puede existir sin la otra. La cultura de paz y de no violencia es el marco imprescindible para que los derechos humanos puedan existir y desarrollarse. Al mismo tiempo, el derecho a vivir en un mundo donde se respeten los derechos, sin violencia ni agresiones, sólo es posible en una cultura que promueva la paz.

De hecho, la Carta de las Naciones Unidas, que es el tratado fundacional de la ONU, establece en su primer artículo que el propósito central de la Organización es “mantener la paz y la seguridad internacionales” a través del desarrollo económico y social de los pueblos y del respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, sin discriminaciones.

Acostumbramos a pensar que la paz es la ausencia de conflictos, pero de hecho, si adoptamos una concepción más positiva de la paz, ésta va mucho más allá y también se refiere a eliminar toda violencia directa, cultural y/o estructural que sufran las personas tanto en el ámbito privado como público. Y eso pasa, entre otras cosas, por asegurar de que todo el mundo pueda satisfacer sus necesidades básicas y disfrutar de su dignidad y sus derechos.

Es precisamente por eso que el objetivo 16 de la Agenda 2030 (que como os explicábamos anteriormente es el plan de acción para favorecer el desarrollo sostenible a nivel global) se ha dedicado a la Paz, la Justicia y las Instituciones Sólidas. El objetivo: «Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas».

Un hito clave es reducir los delitos y los actos violentos de cualquier tipo, erradicando completamente los que afecten a niños y niñas. Aparte, se perfila el modelo a seguir para las instituciones públicas, que tienen que ser eficaces, responsables y transparentes y proteger las libertades fundamentales y garantizar un acceso universal a la justicia, en condiciones de igualdad.

En la ciudad de Barcelona, son diversos los planes y programas municipales que se han puesto en marcha para avanzar en este objetivo. Los podéis consultar todos en este enlace.

Para concluir, recuperamos una reflexión de Jordi Calvo, coordinador de la oficina del International Peace Bureau (IPB) en Barcelona, que apunta que la paz está presente en muchos movimientos de defensa de derechos de la ciudad y delmundo y que los movimientos se necesitan entre ellos: “De hecho, el pacifismo es profundamente feminista, ecologista y antirracista”.