Barcelona mejora el control de los derribos para evitar perder edificios con valor patrimonial

30/09/2022 - 14:03 h

El Plenario del Consejo Municipal ha aprobado definitivamente la modificación de la Ordenanza reguladora de los procedimientos de intervención municipales en las obras (ORPIMO) con el objetivo de fortalecer los mecanismos de control sobre los derribos. La modificación incorpora como novedad la obligación de tramitar la petición de derribo a través de una licencia vinculada a un informe sobre memoria histórica que evalúe en cada caso si el elemento por derribar tiene valor patrimonial o no.

El Plenario del Consejo Municipal ha aprobado definitivamente este viernes la modificación de la ORPIMO con los votos favorables del Gobierno municipal y ERC y la abstención del resto de grupos.

Hasta ahora, los derribos de edificios no protegidos se podían llevar a cabo mediante un comunicado diferido, de manera que el Ayuntamiento no siempre podía garantizar la conservación de elementos con valor patrimonial que no estaban incluidos en el catálogo patrimonial.

En otras palabras: la regulación de la ORPIMO vigente hasta hoy permitía derribar con relativa facilidad fincas y edificaciones no incluidas en el catálogo pero que, por su singularidad o vinculación histórica al barrio, sí tenían cierto valor patrimonial.

Con la actualización de la ordenanza, la tramitación de los derribos pasará a hacerse a través de licencia. Además, en el momento de solicitar la licencia de derribo, el interesado tendrá que presentar un informe vinculado a la memoria histórica para evaluar si el elemento que se va a derribar tiene valor patrimonial.

Eso supone que, a partir de ahora, habrá que analizar histórica y patrimonialmente el valor de cada elemento antes de llevar a término los derribos. Así, en caso de detectar que el edificio tiene relevancia patrimonial, el Ayuntamiento podrá iniciar los trámites para protegerlo y suspender la licencia solicitada.

El cambio en la ordenanza también se ha aprovechado para hacer algunos ajustes técnicos que contribuyen a clarificar plazos y definiciones.

Un paso más en la protección patrimonial

La actualización de la ORPIMO se enmarca en el plan estratégico desarrollado en la medida de gobierno «Barcelona, ciudad patrimonio», que, presentada el pasado mes de abril, agrupa una serie de actuaciones para añadir una nueva mirada a la concepción tradicional del patrimonio, una nueva visión que tenga en cuenta valores ligados a la vida cotidiana de los barrios y la lucha contra el cambio climático.

En la ciudad, los casos como las casitas de la calle de la Encarnació, en Gràcia, y múltiples iniciativas vecinales para proteger jardines y entornos singulares han puesto de manifiesto la necesidad de actualizar la política patrimonial de la ciudad.

Además, en un momento de emergencia climática, poder preservar la ciudad construida y evitar derribos para potenciar la rehabilitación es una de las estrategias clave para reducir emisiones y, al mismo tiempo, fomentar la creación de una economía verde centrada en mejorar la habitabilidad y la eficiencia energética de las edificaciones.

En este sentido, la medida de gobierno «Barcelona, ciudad patrimonio», presentada en abril, contemplaba, además de la modificación de la ORPIMO, la mejora del Catálogo de patrimonio, el blindaje de los tejidos históricos, el incremento del personal dedicado a las políticas patrimoniales, el aumento de la implicación ciudadana y el impulso de cambios legislativos.

En definitiva, un conjunto de acciones vinculadas a preservar y respetar el pasado y todo lo que define la identidad de los barrios para garantizar tener una ciudad preparada para el futuro.

 

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