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Barcelona se abre al mar: presentación de la nueva capa de peces del Atlas de biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona
02/06/2022 - 13:56 h
Los datos obtenidos gracias a la ciencia ciudadana muestran que las playas de Barcelona acogen 103 especies de peces, una de ellas invasora, y también es refugio de otras protegidas, como los caballitos de mar.
Según el Atlas de biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona, las playas de la Ciudad Condal acogen un centenar de especies de peces, entre ellas la cojinuda negra (Caranx crysos), una especie invasora no importante, proveniente de las costas del Atlántico oriental y occidental. Asimismo, encuentran refugio en ellas especies protegidas como los caballitos de mar Hippocampus hippocampus y H. gutulatus, o la corvina (Umbrina cirrosa), comestible y muy apreciada gastronómicamente, como también el mero (Epinephelus marginatus) o el pez azul (Pomatomus saltatrix).
Hasta ahora, este atlas no disponía de información sobre la biodiversidad marina de las playas de Barcelona, que ahora se ha podido incorporar gracias a los datos aportados como resultado de la participación ciudadana coordinada por el Instituto de Ciencias del Mar y Anèl·lides Servicios Ambientales Marinos en acontecimientos como el BioMARatón y UrbamarBio. “Celebramos que por fin entramos en el agua y Barcelona se abre al mar con el estreno de esta capa de peces gracias a la ciudadanía”, comenta Margarita Parès, jefa del Programa de biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona.
La presentación oficial de esta nueva capa de información sobre la biodiversidad marina del litoral barcelonés ha tenido lugar el 1 de junio en el ICM-CSIC en un acto al que han asistido representantes de la Administración y también de empresas e instituciones del sector público y privado.
Esta iniciativa pone de manifiesto la voluntad del Ayuntamiento de Barcelona de hacer una gestión colaborativa de los espacios de biodiversidad de la ciudad, que se recoge en el plan Naturaleza 2030. Otro ejemplo es la cesión de alcorques y parterres, fruto de la demanda ciudadana, que puede verse también en el Atlas de biodiversidad de la ciudad.
El papel de la ciudadanía
La plataforma de ciencia ciudadana MINKA, creada por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), permite a la ciudadanía compartir sus fotografías de organismos vivos, que una vez subidas a esta plataforma virtual son validadas por personal investigador, se ponen a disposición de los usuarios y se conectan a bases de datos tan importantes como la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF, por sus siglas en inglés), que acumula más de 2.000 millones de datos de presencia y abundancia de especies de todo el mundo. “MINKA y la inclusión de las observaciones en el Atlas de biodiversidad del Ayuntamiento permite democratizar la información, hacerla abierta y disponible para toda la población”, afirma Xavier Salvador, científico del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
En concreto, los datos correspondientes a esta nueva capa de peces del atlas se han recogido durante los últimos cuatro años gracias a dos iniciativas impulsadas en el marco del proyecto MINKA: UrbamarBio, coliderada por Anèl·lides, Servicios Ambientales Marinos y el ICM-CSIC, y el BioMARatón, organizado por el ICM-CSIC. Con estas iniciativas la ciudadanía ha participado en salidas de esnórquel y submarinismo en el litoral barcelonés que han permitido fotografiar y recopilar más de 10.000 observaciones de 713 especies, de las que 103 son peces. En este sentido, Andrea Comaposada, fundadora de Anèl·lides, comenta: “Este tipo de proyectos nos ayudan a dejar de ver las playas de Barcelona como arena y agua y empezar a verlas como los ecosistemas vivos marinos que son”. Prueba de ello es la gran variedad de especies encontradas, de peces y otros organismos marinos, incluyendo especies que, teniendo en cuenta el imaginario local, no se esperaba encontrar y que se han podido ver, como los caballitos de mar. En el caso de los caballitos de mar, se han reportado dos especies en varias playas de Barcelona, lo que evidencia que son especies mucho más comunes de lo que creíamos.
La ciudadanía podrá continuar este verano enriqueciendo el Atlas de biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona participando en las salidas de esnórquel y submarinismo organizadas en el marco de UrbamarBio y el BioMARatón y subiendo sus fotografías a la plataforma de ciencia ciudadana MINKA. “MINKA es el Instagram de la biodiversidad, es una red social donde la ciudadanía puede compartir sus fotografías de organismos vivos, comentar fotografías de otros usuarios y recibir ayuda al identificar-se”, comenta Jaume Piera, jefe del grupo EMBIMOS del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
El hecho de haber censado más de cien especies de peces en el litoral de Barcelona pone de manifiesto la gran labor de la ciudadanía: en un artículo publicado en el 2018 (Gordoa et al. 2018) en el que se recogían observaciones hechas durante 7 años de competiciones de fotografía submarina por usuarios experimentados en otras zonas del litoral catalán como las islas Medes, Palamós, Arenys de Mar o Mataró solo se llegaron a identificar 88 especies de peces, frente a las 103 identificadas en UrbamarBio y el BioMARatón por la ciudadanía. Además, haber fotografiado especies difíciles de ver cómo la cojinuda negra, la corvina o los caballitos de Mar todavía refuerza más la importancia que tiene la ciudadanía en el estudio de la biodiversidad, ya que puede cubrir grandes superficies en todo tipo de momentos y situaciones.
Finalmente, el objetivo de esta recopilación de datos es ayudar a avanzar en la investigación y poner a disposición de la ciudadanía de Barcelona el conocimiento sobre la biodiversidad de sus playas, pero también mejorar las políticas de gestión de algunas especies, en especial de las más vulnerables e invasoras. Por ejemplo, la cojinuda negra se considera actualmente una especie invasora de importancia menor, ya que con el calentamiento del agua este tipo de apariciones de especies de otros lugares será cada vez más frecuente. En este sentido, el papel de la ciudadanía será vital en la monitorización de la biodiversidad de las playas del litoral barcelonés y catalán.