Adaptación

El Ayuntamiento de Barcelona, junto con el Servicio Meteorológico de Cataluña y Barcelona Regional, ha realizado varios estudios para conocer cómo afectará al territorio de Barcelona el cambio climático.

Concretamente, se han analizado los efectos en la ciudad en diversos ámbitos:

Análisis de vulnerabilidades

  • Inundaciones

  • Calidad del aire

  • Olas de calor

    Se han analizado tres periodos de tiempo (2011-2040, 2041-2070 y 2071-2100) y dos escenarios principales: el primero muestra cómo aumentaría la temperatura si desde ahora se adoptan las acciones y medidas para hacer frente al cambio climático que se establecieron en los Acuerdos de París. En este caso hablaríamos de un escenario “comprometido”. El otro escenario es el que indica cómo podría aumentar la temperatura si durante los próximos años no se llevan a cabo ninguna de las medidas para mitigar los efectos del cambio climático, que sería el escenario “pasivo”.

    Los resultados de este estudio muestran que hay diferencias importantes si decidimos actuar o no.

    En un escenario comprometido, la temperatura de la ciudad aumentaría 1,7 °C, mientras que en uno pasivo llegaría hasta los 3 °C. El estudio también analiza los aumentos de las noches tropicales y las noches tórridas en la ciudad en los próximos años, así como el posible incremento de las olas de calor.

    Asimismo, refleja que el cambio climático no afecta igual a todo el mundo y que, según los barrios de la ciudad, puede haber diferencias, sobre todo en aquellos barrios con población más vulnerable o con menos espacios verdes.

    Consulta el Resumen Ejecutivo del Estudio de Olas de Calor.

  • Isla de Calor

  • Biodiversidad

  • Incendios

  • Garantía de suministros (agua, energía)

  • Infraestructuras de la ciudad

Ninguno de estos impactos esperados es nuevo para Barcelona, aunque el cambio climático intensifica los riesgos. Se dispone de planes de emergencias por ola de calor o sequía, se ahorra agua, se utilizan recursos hídricos alternativos, se plantan más árboles en la ciudad y se incrementan los espacios verdes para que produzcan más sombra y frescor. Y se sigue trabajando para revisar planes de resiliencia y adaptación.