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Rec Comtal, un espacio histórico
Al tratarse de una acequia al aire libre, durante su período activo se convirtió en un catalizador del espacio público y la vida social de los ciudadanos, y en una explotación de la agricultura y la industria. Fue una arteria vital en Barcelona que, en un primer momento, asumió la función de proporcionar energía hidráulica para mover los molinos harineros de propiedad condal, que proporcionaban altas rentas a la corona. Y más adelante, fue clave en la industrialización, especialmente en las fábricas textiles de Sant Andreu y Sant Martí.
Es, por tanto, un elemento indispensable para entender el desarrollo económico y social de los últimos 1.000 años de la historia del plano de Barcelona.
Vestigios de la acequia medieval
Con los años, este canal se integró en el tejido urbano, hasta que en las décadas de 1950 y 1960, el aumento de la población inmigrante provocó el crecimiento urbanístico, a la vez que la desaparición de los últimos tramos en Sant Martí de Provençals y Sant Andreu de Palomar, que subsistían ya en un estado insalubre.
Hoy en día, sin embargo, el Rec Comtal todavía proporciona buena parte del agua freática con la que se baldea la ciudad de Barcelona cada día, y pervive en un tramo de poco más de un kilómetro de recorrido al aire libre entre Can Sant Joan (Montcada i Reixac) y Vallbona (Barcelona), donde sirve para regar los huertos. En el resto de la ciudad, quedan vestigios arqueológicos, como en el yacimiento de El Born Centre de Cultura i Memòria, donde podemos ver los restos de su paso por la Ribera.
Aunque gran parte de su trazado ha quedado oculto bajo el crecimiento urbano, el Rec Comtal es un elemento con un gran potencial en la evolución continua de la ciudad.
Recuperamos el Rec Comtal
Con el fin de preservar la memoria colectiva de esta infraestructura hidráulica, los ayuntamientos de Barcelona y de Montcada i Reixac impulsan conjuntamente un Plan director que parte de una precisa diagnosis del estado actual y propone 33 puntos de intervención en ámbitos de espacios públicos, a partir de unas directrices para la regeneración urbana de su entorno que recupere su carácter original de infraestructura verde.
El Plan director marca unas directrices para que el canal vuelva a cobrar vida a través de espacios públicos, de reposo y de interpretación de los restos arqueológicos, con la creación de un eje interurbano naturalizado que garantice la protección de los vestigios de una infraestructura clave para entender el crecimiento y la evolución de Barcelona en los últimos siglos.
El Rec Comtal cuenta con 14,5 kilómetros de longitud, nace en Montcada i Reixac, y pasa por los distritos de Nou Barris, Sant Andreu, L’Eixample, Sant Martí y Ciutat Vella, donde desemboca en el mar.
A lo largo de su recorrido existe una gran diversidad de contextos sociales, económicos y culturales. Esta iniciativa pone en común los 11 barrios que atraviesa el canal, interconectándolos y contribuyendo a que diferentes sectores se interrelacionen en torno a un elemento y recurso común que aportó en el pasado beneficios mutuos. Esta conectividad genera una cohesión social de los barrios y los vincula con el casco histórico de Barcelona.
El Plan director del Rec Comtal se erige como guía de las futuras intervenciones en el trazado de la antigua infraestructura hidráulica, a partir del próximo mandato se irán concretando y presupuestando las actuaciones. Y se hará de forma coordinada y participada en el marco de la Mesa Ciudadana de Patrimoni.
Objetivos y criterios de aplicación
Los criterios se pueden aplicar en diferentes situaciones, dependiendo del grado de intervención y de las necesidades programáticas de cada punto, y tienen los siguientes objetivos:
• Alcanzar el máximo de superficie permeable e infiltración de agua de lluvia en el subsuelo.
• Introducir vegetación autóctona y del paisaje como elemento fundamental del proyecto de urbanización de los espacios libres.
• Garantizar la continuidad urbana en un recorrido de movilidad a pie y en bicicleta.
• Mantener todos los elementos naturales y patrimoniales, incluyendo el patrimonio arqueológico, cultural, ecológico y social. Se incorporarán elementos de señalización para facilitar la comprensión unitaria del recorrido como patrimonio cultural de la ciudad.
• Incorporar medidas de eficiencia energética, durabilidad y bajo coste de mantenimiento.
Protección patrimonial
Actualmente, la acequia medieval no dispone de ningún régimen de protección ni declaración monumental en todo su conjunto. A lo largo de su trazado solo están protegidos tres tramos que suponen aproximadamente un 2% de su totalidad: la Mina de Montcada y su boca de salida en el Reixagó, el ámbito del molino de Sant Andreu y el tramo en el interior del Mercado del Born. El resto del trazado no tiene ninguna protección, ni patrimonial ni urbanística.
Esta situación podría comportar la desaparición de elementos importantes que representan la memoria colectiva de la ciudad y sus habitantes. El Plan director propone la creación de una Ficha 0 como herramienta para preservar su traza y su entorno inmediato.
Recuperar el Rec Comtal va más allá de su traza y su materialidad, ya que está estrechamente vinculado al planeamiento y la gestión urbanística del espacio público, a la memoria colectiva, a su capacidad de articulación y de integración social, a la estrategia territorial de gestión del agua, a la facultad de configurar una infraestructura verde dentro de un marco de rutas azules, a su paso entre la trama urbana consolidada, generando un nuevo recorrido de movilidad blanda, y a la gestión y socialización del patrimonio arqueológico, arquitectónico y paisajístico.