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Gestión del alumbrado público

Las instalaciones de alumbrado de una ciudad forman parte intransferible del paisaje urbano, de día y de noche. La iluminación de la vía pública transmite sensación de seguridad, comodidad y confort y aporta calidad al espacio público.

La iluminación urbana permite prolongar la actividad ciudadana durante la noche. La imagen nocturna de una ciudad muestra su propia identidad, "saca a la luz" lo que esencialmente la define: su arquitectura, su historia, los barrios, sus proyectos, ofreciendo una lectura al máximo completa y actual.

Actualmente los criterios de iluminación pública apuestan por cuidar al peatón, integrar la movilidad sostenible, reconsiderar el verde urbano y realzar los valores arquitectónicos clásicos o iconográficos. Anteriormente el alumbrado se ha centrado en el plano horizontal, considerando principalmente las vías de circulación, sobre todo de vehículos, contemplando puntualmente algunos edificios como grandes iconos representativos.

La ciudad de Barcelona cuenta con más de 146.000 puntos de luz, un conjunto desigual fruto de renovaciones urbanísticas y de mantenimiento aisladas que han dado lugar a una disparidad de criterios, modelos y resultados.

Los servicios municipales velan por genera una imagen nocturna de la ciudad que busca el equilibrio entre el orden funcional y el orden estético, incorporando nueva tecnología en el alumbrado, como la tecnología LED, pero también elementos de gestión como la regulación, la posibilidad de telecontrol y en general nuevas soluciones tecnológicas que permitan avanzar hacia una smart city, tanto en las calles, avenidas y plazas, como en la iluminación de edificios o elementos singulares.

El objetivo es intentar ir un paso más allá y adaptar la iluminación a la realidad urbanística de la ciudad de hoy, optimizando el consumo energético y mejorando la calidad de los espacios públicos, siempre teniendo en cuenta el marco normativo sobre eficiencia energética . Se busca mostrar la identidad de la ciudad también en su imagen nocturna, a través del que la define esencialmente, como puede ser su arquitectura, su historia, sus barrios, sus proyectos, etc. En este contexto se potencia la iluminación ornamental. Asimismo se pretende mejorar la percepción de luz de la ciudad, ahora sesgada en parte por el color amarillento de las lámparas de vapor de sodio de alta presión (VSAP), por la uniformidad de los niveles lumínicos en toda la ciudad y por una difícil relación árboles-luz, que a menudo ocasiona pérdidas de uniformidad.

Tecnología y Alumbrado

Se trata de incorporar tecnología LED, con una temperatura de color adecuada, incorporando elementos de regulación lumínica y control funcional.

LED es la sigla de Luminiscence Emitting Diode (diodo emisor de luz). Detrás de este acrónimo hay todo una tecnología en pleno desarrollo y que tiene uno de los principales retos en el campo de la iluminación de exteriores. El Led es un diodo o semiconductor muy sencillo que, en determinadas condiciones eléctricas, emite luz, dado el movimiento de los electrones en su interior. Se trata de un dispositivo electrónico, no de un dispositivo de descarga como son las lámparas actuales. Por sus reducidas dimensiones y versatilidad se considera como muy elevado el potencial del LED ya que el reducido tamaño suma también una larga vida ya que no tiene ni filamentos, ni gas interno con lo que los niveles de desgaste son también más bajos.

Normativa vigente

Las actuaciones municipales en materia de alumbrado público se ajustan a los niveles de luminosidad establecido por las autoridades y organismos competentes. Las recomendaciones a nivel internacional y según el comité Español de la Iluminación (CEI), establece los niveles lumínicos necesarios en una ciudad a nivel de seguridad y visibilidad van de 5 a 30 lux.

Más información:

IDAE - Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía 
Comité Español de Iluminación