El coste de la vida se define como el gasto estimado en bienes y servicios que un hogar necesita consumir para conseguir cierto nivel de vida o grado de satisfacción. El coste de la vida mínimo es el necesario para cubrir las necesidades básicas.
Naturalmente, el aumento de precios que llevamos viviendo desde hace más de dos años está encareciendo el coste de la vida. Es decir, que mantener el mismo nivel de consumo cuesta más dinero.
Esto está muy relacionado con el concepto de poder adquisitivo, que mide los bienes y servicios que se pueden comprar con una cantidad de dinero determinada. Porque cuando aumenta el coste de la vida, si no crecen los ingresos en igual medida, se reduce el poder adquisitivo.
El presupuesto es una herramienta de gestión básica en la gestión de la economía personal y familiar. Al aumentar el coste de la vida, es necesario ajustar el presupuesto para reflejar la nueva situación y adaptarnos a las circunstancias.
Esto pasa por actualizar los siguientes elementos del presupuesto:
- Ingresos: Los precios han seguido subiendo, pero en 2023 también lo han hecho algunos salarios. Por ejemplo, el Salario Mínimo Interprofesional ha aumentado un 8%, mientras que el resto de salarios han crecido en función del convenio y de cada empresa.
- Gastos: La inflación se ha situado en el 6% en febrero de 2023.
- Endeudamiento: El Banco Central Europeo subió el tipo de interés oficial al 3,5%, mientras que el euríbor cerró febrero con una media del 3,53%. El aumento de los tipos de interés encarece el coste de endeudarse y aumenta las cuotas mensuales que deben pagar los hogares ya endeudados, muy especialmente de aquellos que tienen una hipoteca variable referenciada al euríbor.
Ahora más que nunca, es importante realizar una buena planificación de nuestra economía, priorizar y controlar los gastos y evitar el endeudamiento siempre que sea posible.
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