Cómo evitar el sobreendeudamiento

El problema del sobreendeudamiento suele manifestarse cuando una persona o familia hace tiempo que no puede pagar sus deudas. Hecho que provoca gran estrés y ansiedad personal y familiar. No obstante, el sobreendeudamiento surge antes.

Así pues, ¿qué es el sobreendeudamiento y cómo surge?

El sobreendeudamiento se da cuando la totalidad de las cuotas de las deudas contratadas y otras obligaciones de pago, supera tu capacidad de pago. Es decir, cuando te has comprometido a pagar más de lo que realmente puedes afrontar. Y, por lo tanto, el sobreendeudamiento surge, en el mismo momento de endeudarte.

¿Cómo evitarlo?

La mejor forma de evitar el sobreendeudamiento es seguir algunas recomendaciones antes de comprometerse a nuevos pagos:

  • Realiza una planificación detallada de todo tu presupuesto personal (todos los ingresos y gastos).
  • Analiza y reflexiona sobre cuál es tu capacidad de pago real a corto y largo plazo, teniendo en cuenta todos los gastos que tienes en la actualidad y los que tienes previstos para el futuro.
  • Sigue los porcentajes recomendados de endeudamiento. La cuota de la hipoteca de tu vivienda no debería superar el 30% de tus ingresos.
    Recomendación que también se puede seguir en caso de pagar un alquiler que, aunque no sea una deuda, será una de las obligaciones de pago más importantes que tendrás.
  • El total de les cuotas de tus deudas nunca debería superar el 40% de tus ingresos (teniendo en cuenta el 30% para vivienda). Si no estás pagando una vivienda, no deberías pasar del 10%.
  • A la hora de estudiar la posibilidad de contratar un nuevo préstamo o crédito no sólo has de tener presente los pagos de deudas actuales, sino todo el conjunto de tus deudas y obligaciones de pagos adquiridas.
  • Para planificar y analizar todos tus gastos un buen ejercicio es mensualizar los pagos que haces anualmente, como algunos seguros o impuestos, o cada ciertos meses, como los suministros. Así sabrás realmente qué suponen cada mes.
  • Pon mucha atención a los créditos “rápidos y fáciles”. Mira la letra pequeña. Siempre calcula el coste total y no te fijes sólo en la cuota. Piensa si realmente necesitas eso que quieres adquirir y si es el momento adecuado. No compres sólo porqué te financian el pago.
  • Finalmente, otra cosa que deberías hacer siempre antes de comprometerte con una nueva cuota periódica es analizar como la pagarás. Es decir, ¿qué dejarás de hacer que hacías hasta ahora para asumir este nuevo pago?. Y ver si realmente es viable.
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