Muchas personas cobran el salario o las prestaciones sociales en 14 pagas, con pagas dobles en verano y antes de Navidad. Pero a menudo no se hace la gestión más adecuada de estos ingresos porque a las personas nos cuesta menos gastar el dinero que vemos como extraordinario. Al mismo tiempo, las pagas extra pueden ser una buena oportunidad de ahorrar.
Por ejemplo, no debemos depender de las pagas extras para afrontar las vacaciones de verano y los gastos de Navidad. Estos gastos extraordinarios deberían estar previstos dentro de nuestro presupuesto personal o familiar. Así evitaremos sustos y también limitaremos el riesgo de endeudarnos.
Por tanto, si hacemos una buena planificación debemos incluir en nuestro presupuesto mensual una partida destinada a las vacaciones de verano y otra a los gastos navideños.
¿Cómo podemos hacer un uso económicamente más saludable de las pagas extras?
- Aprovechamos para consolidar y ampliar nuestro fondo de emergencia para afrontar mejor cualquier imprevisto. Recordamos que la recomendación es acumular un fondo equivalente a 3-6 meses de gastos para poder hacer frente a caídas de ingresos o gastos extraordinarios.
- Dedicar parte del dinero a un objetivo de ahorro.
- Reducir deudas.
- Incluso permitirnos algún capricho.
La paga extra no debe ser un ingreso que corrija situaciones mal planificadas. Tampoco debemos gastarla antes de cobrarla (quedándonos en números rojos, aumentando el gasto de tarjetas de crédito…), porque todo esto sólo nos hará gastar más dinero en intereses, comisiones y otros gastos no deseados.
Por tanto, para gestionar bien las pagas extras debemos planificar, integrarlas en nuestro presupuesto y verlas como una oportunidad de ahorro. No como una forma de incrementar nuestros gastos.