La reunificación de las deudas: ¿Trampa o solución?

Muchas familias están sufriendo dificultades para llegar a fin de mes por la coincidencia en el tiempo de una elevada inflación (que afecta sobre todo a bienes esenciales como la alimentación y la energía), una subida de los tipos de interés (que afecta a las cuotas de las hipotecas y al coste del endeudamiento) y la resaca de la pandemia (que ha deteriorado algunas economías familiares).

En este contexto, es posible que algunas familias que sufren tensiones económicas se vean tentadas de estudiar la posibilidad de reunificar sus deudas.

¿Qué es la reunificación de las deudas?

La reunificación de las deudas consiste en agruparlas todas (o la mayoría) en un único préstamo. Es decir, se contrata un nuevo préstamo personal o hipotecario que cancela todos los préstamos anteriores (hipotecas, créditos, deudas de tarjetas de crédito, etcétera). El objetivo de esta acción es que la cuota mensual resultante sea considerablemente inferior a la suma de las cuotas de los préstamos cancelados.

Ventajas:

  • Reducción de la cuota mensual y por tanto del porcentaje del presupuesto que deberá dedicarse a pagar deudas. Esto tiene un efecto positivo en el presupuesto personal y familiar, porque reduce los gastos mensuales totales.
  • En algunas ocasiones, también es posible que el tipo de interés nominal y la TAE del nuevo préstamo sea inferior al del conjunto de las deudas canceladas.

Desventajas:

  • Alargamiento del endeudamiento durante más tiempo.
  • Pago de mayores intereses durante la vida del préstamo. Normalmente, los préstamos más largos terminan resultando más caros aunque las cuotas mensuales sean inferiores.
  • Solicitud de mayores garantías. La mayoría de reunificaciones de deudas se basan en garantías hipotecarias y/o incorporación de avales.
  • La reducción de la cuota mensual crea una sensación de falsa tranquilidad que puede propiciar un aumento del endeudamiento y riesgo de sobreendeudamiento.

La reunificación de las deudas puede ser una “trampa” financiera. Si sólo observamos la cuota mensual resultante, podemos pensar que salimos ganando porque pagamos menos dinero cada mes. Por el contrario, alargar el plazo del préstamo hace que en la gran mayoría de casos acabemos pagando muchos más intereses a lo largo de toda la operación.

En todos los casos, la prevención resulta esencial para evitar caer en situaciones de exceso de endeudamiento. Por eso es importante reflexionar antes de hacer una compra a crédito.

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